Las protestas, que comenzaron justo después del asesinato de la joven kurda Jina Amini por la "policía de la moral" en Teherán, el 16 de septiembre, continúan.

Las protestas, que se han extendido a unas 200 ciudades, continúan desde hace unos días, especialmente bajo el liderazgo de las y los estudiantes.

Estudiantes de la Universidad de Sine, en el Kurdistán Este, también protestaron el 31 de octubre, a pesar de los ataques de las fuerzas del régimen.

Mientras el estudiantado protestaba en Meriwan,  jóvenes salieron a la calle y encendieron hogueras en Saqqez.

En el cuadragésimo día de conmemoración de las tres personas asesinadas en la ciudad de Shino, en el Kurdistán Este, se cerraron las persianas y se llevaron a cabo acciones de protesta.

Se celebró una ceremonia fúnebre por un joven de 16 años llamado Komar Deroftade, que fue asesinado en la ciudad de Piranşar.

El padre de Koma, en su discurso ante la tumba de su hijo, dijo que estaba orgulloso de él.

Se celebró un funeral por Sarina Saadi, de 16 años, que también fue asesinada en la ciudad de Sine. La ceremonia, a la que asistieron cientos de personas, se convirtió en una acción de protesta.

Las protestas continuaron en muchas ciudades de Irán, y especialmente en las universidades. Las administraciones universitarias amenazaron con expulsar a los estudiantes de la escuela.

Continúa la persecución de los manifestantes por parte del poder judicial iraní. Según la agencia de noticias Tasnim, se han preparado acusaciones contra 1.000 personas desde el comienzo de las protestas. Los funcionarios informaron de que los activistas serán juzgados públicamente en los tribunales de la revolución.

No se pudo conocer el número exacto de detenidos y arrestados. Sin embargo, según fuentes de la oposición, hubo entre 200 y 450 muertos y unas 25.000 personas detenidas.