Cuba ordena salida de sus médicos en Brasil ante las amenazas de Bolsonaro

Bolsonaro ha desatado una crisis diplomática de consecuencias imprevisibles con sus amenazas a Cuba. El gobierno cubano ha ordenado la salida de sus médicos en el país que daban cobertura sanitaria a cientos de miles de brasileños pobres en zonas rurales.

Casi 200 trabajadores cubanos (médicos, enfermeras y técnicos del sector) han llegado a La Havana desde Brasil, como parte de la rápida repatriación puesta en marcha debido a las declaraciones del recién elegido presidente brasileño en relación a los trabajadores cubanos que participaban del proyecto ‘Más Médicos’, puesto en marcha por el gobierno de Dilma Rouseff y dotaba de cobertura sanitaria a cientos de miles de brasileños pobres. La crisis diplomática desatada por Bolsonaro ha provocado la repatriación de todos los trabajadores cubanos sanitarios, actualmente varios miles de personas que prestaban sus servicios en Brasil.

El gobierno cubano ha considerado que las declaraciones de Bolsonaro eran agresivas y amenazantes mientras que el presidente de ultraderecha ha afirmado que posiblemente congele las relaciones con el país caribeño.

La ruptura del acuerdo de cooperación sanitaria entre Cuba y Brasil enmarcado en el programa de ‘Más Médicos’ amenaza con generar graves consecuencias que son imposibles de calcular en estos momentos.

Es difícil saber cuantos cientos de miles de brasileños, seguramente millones de pobres sobretodo en las zonas rurales, quedarán desprovistos de cobertura sanitaria por culpa de Bolsonaro y su agresividad hacia Cuba.

Todavía no se sabe el impacto económico que puede tener esta decisión para el Ministerio de Salud de Cuba. A ese impacto económico se debe sumar el impacto sobre los médicos cubanos que abandonen el país carioca, ya que perderán lo que hasta ahora había sido su salario personal (en divisa extranjera), lo cual es relevante teniendo en cuenta la situación económica cubana derivada de las políticas de bloqueo.

Sin embargo, la crisis bilateral abierta puede agravarse, ya que Bolsonoaro ha señalado en declaraciones una posible “ruptura en las relaciones” entre los dos países. Una ruptura cuyas implicaciones irían mucho más allá de lo meramente político.

En Cuba las buenas relaciones diplomáticas son imprescindibles para poder acceder a los mercados del continente. Por lo tanto algunos asuntos cruciales deben ser analizados en términos del coste que puede suponer esta crisis entre los dos países.

El mejor ejemplo de ello es el megaproyecto Puerto del Mariel, el buque insignia del gobierno cubano en cuanto a proyectos económicos, con una inversión de unos 4.000 millones de dólares (garantizados por el gobierno brasileño por que pueden ser considerados como deuda). Los trabajos de construcción del puerto están en manos de grandes corporaciones brasileñas de construcción (un sector que ha apoyado claramente a Bolsonaro). Además, un pequeño grupo de grandes empresas, especializadas en transporte marítimo, tienen un papel importante en la explotación del proyecto Puerto del Mariel.

Si la crisis diplomática continúa agravándose obligaría a Cuba a asumir una deuda inesperada, pero también cerraría la puerta a las grandes empresas brasileñas de construcción y cortocircuitaría las importantes inversiones en marcha en Cuba relacionadas con el sector turístico, infraestructuras y energía.

Otra cuestión que se debe tener en cuenta es la presencia masiva de productos brasileños en los mercados cubanos. Carne, productos envasados y todo tipo de bienes encuentran en Cuba un mercado lucrativo. Si la crisis se agrava, Cuba perdería de esta manera suministradores a buen precio y cercanos, mientras que las grandes empresas agro-exportadores brasileñas (que también han apoyado a Bolsonaro) perderían acceso a un mercado seguro y en crecimiento.

De la misma manera, podríamos señalar otras sectores que se verán afectados por la crisis, como el turismo o la propia emigración cubana a Brasil, que completa el complejo panorama de lo que podría pasar en caso de que la crisis actual continúe deteriorándose. Un escenario del que ambos países saldrán afectados.

La crisis será un asunto a seguir en los tiempos venideros sobretodo en cuanto al nuevo presidente brasileño que carece de experiencia a la hora de gestionar este tipo de crisis mientras que Cuba ha demostrado una gran resiliencia y tiene una gran experiencia previa para navegar a través de aguas turbulentas.