Al menos 22 personas murieron, 19 de ellas en la capital, Nairobi, y "más de 300 heridos y más de 50 detenidos" en protestas antigubernamentales en Kenia. Simon Kigondu, presidente de la Asociación Médica de Kenia, indicó a la AFP el miércoles que la cifra no es definitiva y podría aumentar.
Las protestas en Kenia, que comenzaron la semana pasada y fueron encabezadas en gran parte por jóvenes, se organizaron contra los nuevos impuestos previstos en el presupuesto 2024-2025. Mientras miles de personas marchaban pacíficamente en Nairobi y otras ciudades, las tensiones aumentaron repentinamente el martes. Las y los manifestantes rompieron las barricadas policiales y entraron en el edificio del Parlamento, causando graves daños. Esta es la primera vez desde que Kenia obtuvo su independencia en 1963 que el edificio del Parlamento ha sido asaltado por manifestantes.
También se produjeron protestas violentas en otras ciudades y se incendiaron edificios en Eldoret.
El gobierno desplegó el ejército para apoyar a la policía después de que las manifestaciones se tornaran violentas. El presidente William Ruto amenazó con medidas duras contra "la violencia y la ilegalidad" y advirtió que "criminales disfrazados de manifestantes pacíficos" pagarían por sus acciones.
Las protestas se basan en el aumento de impuestos previsto por el gobierno. En particular, los jóvenes nacidos después de 1997, llamados "Generación Z", reaccionan con dureza contra estos. Los problemas económicos en Kenia, el desempleo y el aumento del costo de la vida se encuentran entre los principales factores que desencadenan la ira de los jóvenes.
Raila Odinga, líder de la principal coalición de oposición, Azimio, criticó al gobierno por utilizar fuerza excesiva contra "niños pacíficos y desarmados". Organizaciones de la sociedad civil como Amnistía Internacional-Kenia condenaron el uso de munición real por parte de la policía y afirmaron que 21 personas habían sido secuestradas por la policía en 24 horas. La policía aún no ha respondido a estas acusaciones.
La presidenta de la Comisión, Roseline Odede, anunció que había "iniciado una investigación" sobre las muertes.
La periodista y activista Hanifa Adan, una de las principales figuras de las protestas, declaró en X: "Todo el poder soberano pertenece al pueblo de Kenia. No pueden matarnos a todos". Y añadió: "Mañana marcharemos de nuevo pacíficamente vestidos de blanco por todos nuestros mártires. No seréis olvidados".