El grupo Derechos Humanos de Irán ha alertado de la posibilidad de que se lleven a cabo ejecuciones de forma precipitada y sin previo aviso en Irán. La organización ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que impida que esto suceda tomando las medidas oportunas.
A casi dos meses del comienzo de las protestas en Irán, las autoridades de la República Islámica han vuelto a aplastar de forma sangrienta las protestas matando a los manifestantes en las calles, llevando a cabo detenciones masivas y sometiendo a los detenidos a torturas y malos tratos, forzando confesiones falsas y celebrando juicios espectáculo.
Los acusados son privados del derecho a un abogado de su elección y a las debidas garantías procesales en los juicios amañados de los Tribunales Revolucionarios en los que se enfrentan a cargos de moharebeh (enemistad con dios) y efsad-fil-arz (corrupción en la tierra), que conllevan pena de muerte. En numerosos casos, sus confesiones forzadas se emiten antes del inicio de cualquier procedimiento judicial, violando el derecho a ser considerado inocente hasta demostrar su culpabilidad.
Derechos Humanos de Irán ha reiterado una vez más que el coste político de la emisión de la pena de muerte para los manifestantes debe ser tan alto por parte de la comunidad internacional que las autoridades de la República Islámica se vean impedidas a recurrir a este castigo inhumano.
Hay nueve manifestantes que han sido denunciados oficialmente por la República Islámica, pero se cree que el número de manifestantes acusados de delitos con pena capital es mayor.