Un ataque antisemita tuvo como objetivo un cementerio judío en Estambul y al menos 36 lápidas fueron destruidas. El Gran Rabinato de Turquía informó que los registros del incidente se enviaron a las autoridades: "Nuestro cementerio de Hasköy fue asaltado en medio de la noche y 36 de las lápidas fueron destrozadas. El asunto se envió a las autoridades pertinentes con todos las grabaciones y esperamos que los perpetradores sean capturados lo antes posible".

La declaración del portavoz del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, Ibrahim Kalın, de que se trataba de un "acto atroz" no parece creíble dado el papel del AKP en alimentar el antisemitismo en Turquía.

Una y otra vez, Erdoğan, siguiendo las típicas teorías de conspiración antisemitas, retrató a los "judíos internacionales" como responsables de la crisis en Turquía. Erdoğan declaró que estos "manejadores de hilos" también estaban detrás de Fethullah Gülen y el movimiento de libertad kurdo. 

El Presidente turco agregó que estaban controlando el mundo en secreto y tratando de acabar con el Islam, los musulmanes y Turquía. Los estereotipos antisemitas al estilo nazi, como llamar a los judíos "chupasangres", brotan fácilmente de sus labios, mientras que Erdogan apoya al islamista Hamas sobre la base de su conexión con la Hermandad Musulmana.