La Red de Derechos Humanos del Kurdistán ha declarado que la salud de la presa política kurda Zeinab Jalalian, que lleva 17 años en prisión, se ha deteriorado gravemente y que necesita urgentemente recibir tratamiento. Sin embargo, el régimen iraní le impide recibir tratamiento fuera de la prisión.
La organización señaló en un comunicado que Zeinab Jalalian, que padecía dolor ocular, pérdida de visión, problemas intestinales, erupciones cutáneas y trastornos estomacales, sólo fue mantenida en observación y luego enviada de nuevo a prisión.
El comunicado añadía: "En junio, las autoridades iraníes pusieron dos veces un documento delante de Zeinab Jalalian. El documento era una 'carta de arrepentimiento'. Las autoridades le pidieron que la firmara. Esta carta estaba escrita por la Agencia de Inteligencia Iraní (Itlaat) y se le dijo a Jalalian que se le privaría de todos sus derechos básicos hasta que firmara el documento".