El Partido Democrático de los Pueblos (HDP) ha anunciado su declaración titulada "Llamada a la democracia, la justicia y la paz", que incluye una hoja de ruta para el partido y perspectivas de solución a los problemas fundamentales de Turquía.
La declaración es el resultado de una serie de reuniones celebradas por el partido para debatir y determinar el camino del HDP en la próxima legislatura como parte de su campaña titulada "Somos el HDP, estamos en todas partes". La declaración se basa en estas evaluaciones realizadas por los comités del partido, los votantes, los amigos y los compañeros de la lucha por la democracia.
Los miembros de la asamblea del partido HDP y los miembros de la junta ejecutiva central, los miembros de las asambleas de mujeres y jóvenes, los diputados, otros representantes electos, así como los representantes de HDK, DTK y los partidos constituyentes del HDP están asistiendo al evento en un hotel en el distrito de Çankaya de Ankara.
La declaración de los copresidentes del HDP, Pervin Buldan y Mithat Sancar, incluye lo siguiente
"Como Partido Democrático de los Pueblos (HDP), hemos visitado en los últimos meses todas las partes del país -pueblos, ciudades y aldeas- y hemos mantenido reuniones con ciudadanos de todas las profesiones y condiciones sociales -desde trabajadores, mujeres, jóvenes, comerciantes y líderes de opinión hasta representantes de la sociedad civil y organizaciones democráticas de masas- con el fin de discutir y encontrar soluciones a los problemas políticos, económicos y sociales para construir un país democrático.
Nuestros pueblos se enfrentan a condiciones de crisis múltiples y entrelazadas, como la pandemia de coronavirus, las inundaciones, los incendios, la sequía, el desempleo, el alto coste de la vida, la pobreza, la corrupción, la falta de alojamiento para los estudiantes universitarios, el racismo, la discriminación, el sexismo, las prohibiciones, la tiranía y la violencia. Hemos escuchado los gritos de nuestros pueblos que son sofocados por el gobierno, así como sus propuestas de solución para superar dichas crisis.
Hemos observado que nuestros pueblos están llenos de esperanza y tienen la determinación de no doblegarse ante la opresión, de convertir la crisis en una oportunidad para ganar el futuro, de producir soluciones a los problemas políticos, económicos y sociales, y de allanar el camino que conduce a la democracia.
Hemos constatado que en un momento en que la sociedad está casi asfixiada y en que los escombros se ciernen sobre muchos ámbitos, desde la economía hasta la política, la expectativa, la necesidad y la demanda general del pueblo se centran en un cambio y una transformación democráticos urgentes.
Hemos observado que el próximo período y las elecciones son considerados por nuestro pueblo como uno de los puntos de inflexión más importantes para el establecimiento de una república democrática. También hemos visto que nuestro pueblo considera las próximas elecciones como un nuevo comienzo y una oportunidad para la apertura de vías democráticas para resolver los problemas existentes.
El hecho de que grandes segmentos de la sociedad destaquen que el HDP es la clave en el nuevo comienzo democrático con su enfoque deliberativo y la necesidad de que el HDP asuma y cumpla el papel de actor político fundador y fuerza de solución aumenta nuestra responsabilidad.
◼ Para las elecciones parlamentarias, bajo el lema de "Alianza por la Democracia" y sobre la base de la comprensión de una alianza de los pueblos y de la paz, de la solidaridad de las mujeres y de la ecología, estamos decididos a ampliar el terreno de la lucha colectiva y a lograr la mayor alianza con la oposición social y política y con los movimientos obreros, de mujeres y de jóvenes, y seguimos comprometidos a mantener nuestra fuerte marcha en este camino. Enfatizamos abiertamente que no buscamos un lugar en ninguna otra alianza [que no sea la Alianza por la Democracia] para las elecciones parlamentarias.
Queremos cambiar el Sistema Presidencialista Ejecutivo junto con las estructuras que lo alimentan, el cual creemos que busca institucionalizar y hacer permanente la arbitrariedad y la tiranía y, por lo tanto, es la razón principal detrás de las múltiples crisis y el estancamiento que enfrentamos. Nuestro objetivo es sustituir este sistema autoritario y monista, que entrega todos los poderes y la última autoridad de decisión a un solo hombre, por una democracia fuerte, un sistema democrático pluralista.
◼ En este contexto, la situación actual exige lograr un consenso de principios para las elecciones presidenciales, ya que los votantes del HDP tienen un papel clave en la determinación del futuro del país. Independientemente de si el candidato presidencial está afiliado al HDP o no, creemos que es necesario debatir sobre los principios y los métodos, más que sobre los nombres de los posibles candidatos. La transformación democrática no puede lograrse a través de individuos; dicha transformación vendrá a través de las negociaciones y la creación de consenso sobre los principios y los métodos. El Presidente elegido sólo puede cumplir adecuadamente su papel y su función en este terreno.
Es nuestra responsabilidad política compartir con todos los actores políticos y con el público en general los principios para el período de transición que se avecina, principios que engloban las observaciones mencionadas anteriormente.
1. UNA DEMOCRACIA FUERTE: Creemos que la necesidad fundamental de Turquía es lograr una democracia fuerte basada en los principios de participación, negociación y consenso democrático, en la que se garanticen los derechos y libertades fundamentales universales de la forma más amplia posible. Dentro de este marco, prevemos un sistema parlamentario democrático que garantice un parlamento pluralista con amplias autoridades, garantice la separación de poderes y aplique un sistema eficaz de controles y equilibrios.
Una democracia fuerte también requiere una comprensión de la subsidiariedad y del gobierno local. Por ello, el principio de separación de poderes debe ampliarse para incluir a los gobiernos locales; las autoridades y los recursos deben delegarse en los gobiernos locales; y los mecanismos de participación local deben funcionar plenamente en una democracia local fuerte. Sería imposible construir una democracia fuerte sin ellos.
2. UN JUDICIAL IMPARCIAL E INDEPENDIENTE: El Poder Judicial está bajo la tutela del Ejecutivo. El entendimiento en el poder ha destruido la justicia en todos los sentidos, rediseñando la política y la sociedad a través del poder judicial y convirtiendo al poder judicial en un instrumento para liquidar a la oposición. Por ello, deben anularse todos los juicios por motivos políticos, las condenas y sus consecuencias, como una necesidad para restablecer la justicia y la paz social. Para hacer frente a las injusticias y corregir los errores, también es una necesidad urgente cumplir con las decisiones y recomendaciones de las instituciones internacionales, en primer lugar las de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y el Comité para la Prevención de la Tortura (CPT), en relación con las violaciones de los derechos, las condiciones ilegales de las prisiones, el aislamiento y similares.
3. LA VOLUNTAD DEL PUEBLO EN LUGAR DEL RÉGIMEN DE LOS FIDEICOMISARIOS: Deben introducirse urgentemente modificaciones legales para poner fin al régimen de síndicos que ha impregnado muchas instituciones, desde las autoridades locales y las universidades hasta las organizaciones de la sociedad civil, viola el derecho a elegir y ser elegido, usurpa la voluntad del pueblo y desprecia la justicia electoral. También hay que tomar medidas para reparar los daños infligidos por este régimen y restablecer los derechos de las víctimas del tutelaje.
4. UNA RESOLUCIÓN DEMOCRÁTICA DE LA CUESTIÓN KURDA: La cuestión más arraigada que Turquía necesita resolver es la cuestión kurda. El HDP está comprometido con una resolución democrática y con la paz, y está dispuesto a hacer todo lo posible para asumir un papel constructivo que tenga en cuenta los problemas y las preocupaciones de todos los segmentos de la sociedad turca. El establecimiento de un diálogo con los interlocutores para la resolución de este problema está directamente vinculado y entrelazado con la democratización de la república. En lugar de políticas de negación y represión, se deben tomar medidas para una resolución democrática y pacífica. El Parlamento debe sentar las bases para el diálogo y la resolución y, utilizando métodos de negociación democrática, debe facilitar y ser el centro de los esfuerzos para ganar el futuro para la sociedad en general. En esta perspectiva, todos los derechos universales relacionados con la identidad (principalmente entre ellos el derecho a la lengua materna) deben garantizarse mediante la introducción de los acuerdos legales necesarios.
En lugar de las políticas de guerra, armas y conflicto, las opciones de diálogo y negociación se imponen desde un punto de vista histórico, y como tales son de vital importancia. Para ello, teniendo en cuenta los intereses de los pueblos de Turquía y su futuro, todos deben hacer los sacrificios necesarios y actuar. Nuestro principio es resolver nuestras diferencias hablando, negociando y mediante el diálogo en lugar de la violencia.
5. UNA POLÍTICA EXTERIOR PACÍFICA: Las estrategias que favorecen la paz en el país, en la región y en el mundo y que se basan en la cooperación a largo plazo deben ser la base de la comprensión de la política exterior de la nueva era. Nos beneficia a todos alejarnos de las políticas aventureras que se basan en la guerra y el conflicto, y en la demostración de poderío militar con otros países, sobre todo con nuestros vecinos. En su lugar, debemos perseguir una diplomacia fuerte y de principios, un diálogo y unas políticas pacíficas basadas en la mejora de las relaciones en todos los ámbitos.
6. LIBERTAD E IGUALDAD PARA LAS MUJERES: Los derechos relativos a la igualdad de género y a la libertad de las mujeres deben garantizarse de todas las maneras posibles y, para lograr la igualdad en la representación, debe difundirse más la práctica de la copresidencia. Al mismo tiempo, es necesario luchar contra la violencia masculina sistemática hacia las mujeres y los feminicidios. Volver a promulgar el Convenio de Estambul y aplicarlo plenamente, eliminando las barreras políticas, administrativas, económicas y culturales frente a la igualdad de género son algunos de los primeros pasos urgentes que hay que dar.
7. EQUIDAD ECONÓMICA: Es imprescindible aplicar políticas que erradiquen la precariedad y el desánimo creados por la crisis económica. Con el objetivo de aumentar el empleo y asegurar una distribución justa de la riqueza, un "Programa de Distribución Justa" que erradique el desempleo y la pobreza es la mayor necesidad social. Los recursos presupuestarios deben movilizarse para lograr el bienestar económico del pueblo en lugar de palacios, guerras y compinches. Las necesidades básicas, como la electricidad, el gas natural, el agua e Internet, deben ser proporcionadas gratuitamente como parte de un "Programa de Derechos Sociales" que debe extenderse a los necesitados. Resolver los problemas de las víctimas del retraso en la edad de jubilación, de las víctimas de la deuda estudiantil y de los profesores que no han sido nombrados son las necesidades urgentes de la sociedad. Mejorar las condiciones de vida de los pensionistas, aliviar la deuda de los agricultores acumulada debido a políticas erróneas, apoyar a los comerciantes cuyos agravios se han visto tremendamente agravados durante la pandemia son algunas de las primeras medidas que hay que tomar. También es imperativo aplicar políticas para erradicar la pobreza de las mujeres y garantizar su participación activa en la mano de obra. También hay que garantizar la sindicalización, la negociación colectiva y el derecho a la huelga de acuerdo con las normas universales.
8. MÉRITO EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: La administración pública no debe ser el dominio de la contratación para los compinches bajo el monopolio del bloque gobernante. Deben repararse los agravios de los expulsados de la función pública por motivos políticos y decretos ley, debe ponerse fin a todo tipo de discriminación en la contratación y los nombramientos públicos y el mérito debe ser la única base.
9. RESPETO A LA NATURALEZA: Debe anunciarse el estado de emergencia ante la crisis climática. Deben detenerse los proyectos (el principal de ellos es el Kanal Istanbul) que provocan una explotación desenfrenada de la naturaleza y el medio ambiente, que dañan los bosques, las zonas agrícolas y los ríos con fines de lucro, que alteran el equilibrio ecológico. Las políticas de energía, transporte, urbanización y agricultura deben basarse en un enfoque centrado en los derechos de la naturaleza.
El derecho de todo ser vivo a la supervivencia dentro de un ecosistema sano debe garantizarse mediante la elaboración de políticas eficaces. Los incendios forestales y las inundaciones sólo pueden detenerse así.
10. LIBERTAD PARA LOS JÓVENES: Hay que respetar las preferencias vitales de los jóvenes, que deben poder expresarse y vivir libremente. Para garantizarlo, deben erradicarse todas las barreras en los ámbitos económico, social y político, prestando especial atención a la educación y la cultura. Hay que abordar y mejorar las deficiencias del sistema educativo. Para una vida libre y segura, éstas son indispensables. Los jóvenes también deben ser apoyados económicamente, deben ser incluidos en la administración en todos los ámbitos, lo que ayudará a que las ideas creativas y progresistas se impongan en la sociedad.
11. Una constitución democrática: Una constitución civil, libertaria y nueva, un contrato social en el verdadero sentido de la palabra, será el precursor de un nuevo comienzo y la coronación de la democratización en Turquía. Esta constitución debería basarse en la igualdad de la ciudadanía con respeto hacia las diferentes culturas, identidades, credos y lenguas nativas, formas de vida y un modo de vida secular. La redacción de la constitución debe incluir a todos los segmentos de la sociedad y debe realizarse con un método basado en la participación democrática y la negociación social.
UN LLAMAMIENTO A LA DEMOCRACIA, LA JUSTICIA Y LA PAZ...
A la luz de estos principios, compartimos con el público cómo vemos el nuevo período y el tipo de enfoque administrativo que nos gustaría ver.
El objetivo principal y el compromiso del HDP a la luz de estos principios del período de transición son una democracia fuerte, un sistema de justicia que esté a la altura de las normas universales y una paz social duradera. Convirtiendo la democracia y la paz en un objetivo estratégico y en un programa podemos lograr una república democrática y social.
Subrayamos que nosotros, como HDP, estamos dispuestos a hablar y negociar con todos los partidos sociales y actores políticos que están a favor de la aplicación de los principios citados anteriormente, a caminar junto a ellos y seguimos dispuestos a la lucha y administración conjunta.
Este es nuestro llamamiento a todas las instituciones, organizaciones y partidos que se preocupan por el brillante futuro de Turquía, así como a los ciudadanos individuales. Asumamos la responsabilidad todos juntos. En lugar de cálculos personales y pragmatismo partidista, hagamos que el sentido común y la construcción conjunta sean nuestros principios rectores. Los pueblos de Turquía no están obligados a políticas y administraciones que no producen soluciones, que se alejan del sentido común, ni a la discriminación, el discurso del odio y la polarización social.
Todos juntos por la democracia
Todos juntos por la justicia
Todos juntos por la paz".