El machi Celestino Córdova ha declarado: “En un posible fallecimiento le pido a mi pueblo-nación mapuche no bajar la guardia y luchar hasta hacer que el Estado chileno se ponga a disponibilidad de devolver nuestro territorio ancestral mapuche”.
Tras 73 días en huelga de hambre, Córdova ha perdido más de 20 kilogramos de peso y sufre de bradicardia e hipotensión permanente.
La médico Leonor Olate, que atiende al machi, ha publicado en su cuenta de Twitter que su vida corre peligro y que el tiempo se está acabando.
El líder mapuche, que se enfrenta a una sentencia de 18 años de prisión, es el único acusado en la muerte de la pareja Luchsinger-Mackay en un incendio en 2013.
La policía chilena encontró a Córdova el día de los hechos a menos de 2 kilómetros de la granja Luchsinger-Mackay con una herida de bala. Sin pruebas sólidas, asumieron que estaba involucrado en el ataque.
Tras su encarcelamiento, Córdova inició una huelga para exigir que se respete a los indígenas y sus derechos de reclusos.