El Movimiento Juvenil Revolucionario (TCŞ) organizó una marcha en Viena el sábado por la noche para protestar contra el Estado turco.

Durante la marcha se corearon lemas como "Kurdistán será un cementerio para el fascismo" y "Be serok jiyan nabe", y se quemó un cartel del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Los jóvenes del TCŞ declararon que nunca aceptarán el aislamiento del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan ni el uso de armas químicas contra la guerrilla y afirmaron que "siempre estarán en el terreno".