“Desde su fundación, el HDP siempre ha defendido los derechos humanos. El HDP continuará su lucha por la democratización y hará todo lo posible para garantizar que Turquía mantenga los derechos humanos y las leyes y normas internacionales vigentes”.
El 4 de noviembre, la co-presidenta del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Figen Yüksekdag y el co-presidente Selahattin Demirtas, junto con otros parlamentarios, cumplen 5 años desde su arresto. También es el comienzo de una represión sistemática en curso contra el HDP.
En este contexto, el HDP escribió un resumen para llamar la atención sobre las acciones arbitrarias del régimen de Erdogan y sus métodos autoritarios en la lucha contra el HDP y los kurdos en Turquía y sus alrededores.
El resumen de Devriş Çimen, representante del HDP en Europa, incluye lo siguiente:
Con estos puntos, queremos llamar su atención sobre los procedimientos arbitrarios del régimen de Erdogan y sus métodos autoritarios en la lucha contra los kurdos en Turquía y sus alrededores. A continuación, analizamos algunos de estos puntos con más detalle.
El 4 de noviembre marca el aniversario del encarcelamiento de los copresidentes del HDP, Figen Yüksekdag y Selahattin Demirtaş, que han estado en prisión desde 2016. El partido continúa resistiendo la represión arbitraria y sistemática. Se están llevando a cabo juicios en los tribunales turcos contra nuestros ex co-presidentes encarcelados, contra los parlamentarios del HDP, contra nuestros co-alcaldes destituidos, contra muchos otros miembros del partido y contra el partido mismo. Los más notables son el 'Caso Kobanê' y el intento de prohibir el HDP. Si el tribunal acuerda la prohibición, esto también significaría una prohibición de cinco años de la política activa para 451 políticos del HDP.
Juicios arbitrarios y miles de encarcelamientos
El HDP considera que estos juicios tienen motivaciones políticas. No hay otra forma de entender estos procedimientos arbitrarios. En Turquía, hemos visto al régimen de Erdogan tomar el control de todas las instituciones estatales. El HDP es el segundo partido de oposición más grande de Turquía y ha sido oprimido sistemáticamente durante años por el régimen nacionalista islámico. Desde 2016, más de 10,000 miembros del HDP han sido encarcelados. Más de 4.000 siguen en prisión. Miles de otros presos políticos también se encuentran actualmente en la cárcel en Turquía. Hoy, el 95% de los medios de comunicación turcos están controlados por el régimen, y el 5% restante se enfrenta a una censura constante. Decenas de periodistas han estado encarcelados durante años por sus informes críticos.
Todos estos presos políticos están sujetos a abusos contra los derechos humanos. incluido el aislamiento, la falta de tratamiento médico y la tortura psicológica y física. Estos han sido objeto de informes de muchas organizaciones de derechos humanos.
El ex copresidente del HDP, Selahattin Demirtaş, es objeto de numerosos juicios en los tribunales turcos. El Tribunal Constitucional de Turquía dictaminó que su detención era ilegal. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado su encarcelamiento y exigido reiteradamente su liberación. Sin embargo, todas las detenciones de miembros del HDP tienen motivaciones políticas, y Demirtaş sigue siendo rehén político del régimen de Erdogan.
¿Por qué se procesa al HDP por las protestas de Kobanê?
Selahattin Demirtaş está siendo juzgado en el llamado caso Kobanê, junto con otros 107 acusados. Entre muchas acusaciones, se les acusa de 'destruir la unidad del estado y la integridad del país', en relación con las protestas de Kobanê en 2014.
Cuando el llamado 'Estado Islámico' (ISIS) atacó la ciudad kurda de Kobanê en Siria, cerca de la frontera turca, hubo grandes manifestaciones y acciones de solidaridad en apoyo de Kobanê por parte de miles de personas en Turquía y en todo el mundo. En Turquía, hubo violentos enfrentamientos y escaladas con las fuerzas de seguridad turcas durante las protestas a principios de octubre de 2014. El HDP es responsable de estos enfrentamientos por parte del régimen de Erdogan. Con este juicio, el régimen quiere criminalizar estas manifestaciones y también la solidaridad mundial con la resistencia en Kobanê.
Erdogan percibe la resistencia kurda y la victoria kurda contra el ISIS como amenazas. En ese momento, la gente en Turquía esperaba que el gobierno turco apoyara la resistencia contra el ISIS. Sin embargo, para Erdogan, el ISIS brindó una buena oportunidad para destruir las ganancias kurdas en Rojava (norte y este de Siria) sin mucha intervención.
En el trasfondo de estos eventos, el llamado 'proceso de paz' entre el régimen de Erdogan y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) aún continuaba. Su objetivo era ampliar las condiciones democráticas en Turquía y resolver el "problema kurdo" a través de un marco democrático y pacífico. Sin embargo, estas conversaciones de paz se interrumpieron como resultado de la postura anti-kurda de Erdogan.
En las elecciones parlamentarias de junio de 2015, el HDP logró aumentar su porcentaje de votos al 13,1%, con más de 6 millones de votos. Sobrepasaron el umbral electoral del 10% para ingresar al parlamento con 80 escaños. Esto impidió que el AKP de Erdogan lograra una mayoría parlamentaria que le permitiera enmendar la constitución. Después de esto, Erdogan inició una campaña sistemática de venganza contra el HDP. Las ciudades del sudeste de Turquía con una alta proporción de votos a favor del HDP fueron sitiadas por las fuerzas militares y de seguridad turcas, lo que provocó la pérdida de la vida de cientos de personas. El estado de emergencia impuesto a estas ciudades se convirtió en una rutina diaria para los habitantes. En lugar de democratizar el país, el régimen de Erdogan utilizó la guerra como instrumento político.
Prórroga del mandato parlamentario para envío de tropas turcas a Irak y Siria
El 26 de octubre de 2021, se aprobó una resolución en el Parlamento turco para permitir el envío de más tropas a Irak y Siria, en otras palabras, para permitir la invasión y ocupación militar continua allí. Esta fue una extensión más de las resoluciones aprobadas por primera vez en el parlamento en 2007 para Irak y en 2012 para Siria. En ambos países, el ejército turco está creando sus propias bases militares. La semana pasada, el mandato se extendió por dos años más, hasta octubre de 2023.
El HDP (Partido Democrático de los Pueblos), el CHP (Partido Republicano del Pueblo), el TIP (Partido de los Trabajadores de Turquía) y el DBP (Partido de las Regiones Democráticas) rechazaron la moción en el parlamento. Los partidos políticos ajenos al parlamento y las organizaciones no gubernamentales también se opusieron al mandato militar. Sin embargo, los parlamentarios del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), el MHP (Partido del Movimiento Nacionalista) y el Partido IYI (Partido del Buen) votaron a favor de la moción. El copresidente del HDP, Pervin Buldan, calificó el mandato como una "extensión de la guerra y la ocupación".
La presencia y las acciones de Turquía en Siria e Irak violan el derecho internacional y los derechos humanos. Turquía está cometiendo crímenes masivos contra la humanidad. Recientemente, la Comisión de la UE describió a Turquía como una "potencia ocupante" en el norte de Siria (Rojava). En el norte de Irak (Kurdistán del Sur), Turquía lleva años librando una guerra contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y está ampliando su propia red de bases militares.
Uso de armas químicas prohibidas
Como parte de la invasión en curso del norte de Irak, varios informes han acusado a Turquía de usar armas químicas. El uso de armas químicas es un crimen de guerra y una violación del derecho internacional. Los pedidos de una investigación por parte de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) son cada vez más numerosos y ruidosos, incluso de organizaciones internacionales de mujeres y de intelectuales kurdos y árabes, tanto del norte de Irak como del resto de Irak.
Las protestas se han estado produciendo durante semanas y ha habido numerosos llamamientos a la OPAQ y a la ONU desde diferentes órganos. La cuestión se ha planteado en la UE y los parlamentos europeos, y el Grupo de Amistad Kurdo en el Parlamento Europeo ha pedido una investigación sobre los ataques.
Turquía tiene el deber de respetar las leyes de derechos humanos y las leyes y normas internacionales. Hasta ahora no lo han hecho. Si esto continúa, es deber de los organismos internacionales hacer que Turquía rinda cuentas e imponer medidas legales.
Desde su fundación, el HDP siempre ha defendido los derechos humanos y los valores. Esto ha resultado en su represión sistemática. El HDP continuará su lucha por la democratización y hará todo lo posible para garantizar que Turquía mantenga los derechos humanos y las leyes y normas internacionales. Si los organismos internacionales están interesados en una Turquía democrática, entonces deben apoyar al HDP y no dejarlo solo. De hecho, como se dice a menudo, el HDP es la única oposición real al régimen de Erdogan. El HDP es el puente hacia una Turquía democrática.
