En una carta dirigida al ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, el sindicato británico de maquinistas Aslef advierte de los “ataques por motivos políticos” contra el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y la opresión del pueblo kurdo.
Su secretario general, Mick Whelan, menciona las renovadas amenazas de ilegalización que está lanzando el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), de extrema derecha, socio menor del partido gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
“El año pasado se produjo en Turquía la detención de numerosos diputados del HDP elegidos democráticamente por cargos de terrorismo inventados, así como la destitución de sus alcaldes electos. Estos alcaldes han sido reemplazados por fideicomisarios designados por el gobierno turco, que esencialmente operan como marionetas”, dice la carta.
La carta acoge con satisfacción la decisión tomada en octubre de 2019 por el gobierno británico de suspender las exportaciones de armas a Turquía que pueden haber sido utilizadas durante su invasión ilegal de la región mayoritariamente kurda de Afrin, en el norte de Siria.
Pero el Sr. Whelan señala que estas medidas no son suficientes. La evidencia sugiere que esa suspensión fue solamente una breve pausa, y que la venta de armas se reanudó poco después. Reino Unido ha autorizado la venta de unos 1.000 millones de armas a Turquía desde 2015, un periodo marcado por el aumento de la opresión interna y las guerras externas.
“Reino Unido tiene un historial de exportación de armas a naciones cuyos sistemas políticos no cumplen con los estándares que esperaríamos de nuestros socios internacionales. En el caso de Turquía, estas exportaciones han contribuido a la opresión del pueblo kurdo, que actualmente se extiende por Turquía, Siria, Irán e Irak.
Mientras las armas se utilizan directamente contra el pueblo kurdo, el Estado turco también lanza falsas acusaciones de terrorismo contra ciudadanos elegidos democráticamente con el fin de oprimir la voluntad del pueblo kurdo en Turquía, y es un error que el Reino Unido contribuya a estas acciones y se beneficie de ellas”, escribió Whelan.
“Para desalentar esta continua opresión de los kurdos, solicitamos que el gobierno británico considere seriamente la posibilidad de detener toda venta de armas a Turquía, indicando que el gobierno británico no será un actor pasivo que permita la opresión de Erdoğan”, concluye la carta.
En una carta por separado, el sindicato, que representa a unos 20.000 miembros en toda la red ferroviaria británica, promete solidarizarse con el Partido Democrático de los Pueblos (HDP).
El Sr. Whelan dijo a los co-presidentes del HDP, Pervin Buldan y Mithat Sancar, que Aslef “había observado con consternación la encarcelación de sus parlamentarios y funcionarios electos por cargos de terrorismo inventados, mientras el gobierno de Erdoğan seguía reprimiendo la voluntad de aquellos que no apoyan su régimen opresivo”.
El sindicato fue clave en la campaña por la liberación de los ex diputados del HDP Leyla Güven y Musa Farisoğullari el verano pasado, y se comprometió a sensibilizar al movimiento sindical británico, de seis millones de personas, en un intento por acabar con la opresión en Turquía.
“Nos solidarizamos con su partido”, dijo el líder sindical.