El Tribunal Supremo Electoral anuncia una suspensión de 14 días de los preparativos para las elecciones, coincidiendo con una cuarentena ordenada por la presidenta de facto Jeanine Añez que incluye una orden confinamiento, una restricción de los viajes nacionales y la suspensión de los vuelos internacionales.
Mientras tanto, el congreso boliviano tendrá que promulgar leyes para seleccionar una nueva fecha para las elecciones, según Salvador Romero, presidente del TSE.
En Bolivia hay 20 casos confirmados con el COVID-19, lo que ha llevado a tomar medidas de contención. Sin embargo, el aplazamiento de las elecciones devuelve al país a la incertidumbre política por la que pasó hace unos meses tras el golpe de Estado de noviembre, uno de los acontecimientos más traumáticos de su historia reciente, con al menos 35 muertos y cientos de heridos asesinados por las fuerzas policiales.