A Abdullah Öcalan y a sus compañeros de prisión cerrada de alta seguridad tipo F de la isla Imrali, Ömer Hayri Konar, Veysi Aktaş y Hamili Yıldırım, no se les ha permitido reunirse con sus familias y abogados durante 36 meses. La campaña internacional "Libertad para Abdullah Öcalan, una solución política a la cuestión kurda" se lanzó el 10 de octubre de 2023 con declaraciones simultáneas en 74 centros de todo el mundo para poner fin al aislamiento en İmralı y garantizar la libertad física de Abdullah Öcalan.

Como parte de la campaña, los presos políticos de Turquía iniciaron una huelga de hambre el 27 de noviembre. Las y los detenidos del PKK y del PAJK, que habían declarado anteriormente que llevarían su huelga de hambre a una nueva fase a partir del 15 de febrero si no se tomaban medidas respecto de sus demandas, pospusieron su decisión debido a las elecciones locales del 31 de marzo. En una declaración del 3 de marzo, anunciaron: “Nuestra huelga de hambre ha demostrado la necesidad de evolucionar hacia una nueva etapa a partir del 4 de abril, día del cumpleaños de nuestro líder. Como prisioneros, nuestra decisión de boicotear a los tribunales coloniales, cuyos rasgos racistas, discriminatorios y fascistas están muy expuestos y que ni siquiera reconocen sus propias leyes cuando se trata de la realidad kurda, y de rechazar las llamadas telefónicas semanales y las visitas familiares se ha configurado como resultado de esta necesidad”.

Hablando con ANF sobre la decisión de las y los prisioneros del PKK y PAJK de boicotear los tribunales y no asistir a visitas telefónicas, familiares y de abogados a partir del 4 de abril, el diputado del Partido DEM, Serhat Eren, indicó: "El aislamiento es un sistema en el que no se aplica ni un ápice de la ley. Todos los pueblos de Turquía están cayendo en el agujero negro del aislamiento".

"El proceso de ilegalidad comenzó con el secuestro y cautiverio de Öcalan"

Eren señaló que el proceso de falta de legalidad comenzó con el secuestro y cautiverio del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan en violación de las normas del derecho internacional. Eren advirtió que el aislamiento y la ilegalidad contra Abdullah Öcalan se utiliza como el mecanismo de presión más importante que busca eliminar la lucha del pueblo kurdo por la libertad.

Y agregó: "Esta batalla decidida de los prisioneros muestra que el pueblo kurdo no se rinde en su lucha y resistencia contra todas las formas de presión del gobierno. Es inevitable volver al espíritu de Dolmabahçe para una solución democrática a la situación kurda. Los presos políticos defienden y lideran valientemente la lucha por la libertad hoy, como en todos los períodos, y están dando un ejemplo a toda la sociedad para una solución pacífica a la cuestión kurda, que es la única receta para superar las múltiples crisis".

"Mientras continúe el aislamiento, la cuestión kurda seguirá sin resolverse"

Al definir el sistema de aislamiento de İmralı como la continuación de la insistencia en un punto muerto en la cuestión kurda, Eren enfatizó que mientras continúen las condiciones de aislamiento, el empobrecimiento de la sociedad se profundizará con las políticas de guerra. El parlamentario denunció: "Mientras continúe el aislamiento, la cuestión kurda seguirá sin resolverse; todas las políticas del Estado se moldearán a través de esta guerra, y la gente se volverá cada vez más pobre mientras algunas personas añaden riquezas a su riqueza. Hoy tanto la clase media de cuello blanco como los trabajadores pobres deben comprender esta realidad. En un informe de 2022 elaborado por el Instituto de Progreso Democrático, con sede en Londres, se calculaba que Turquía ha perdido 3 billones de dólares en los últimos 40 años debido a a su preferencia por las políticas de guerra en relación con la cuestión kurda. En 2022, cuando se publicó el informe, el ingreso nacional de Turquía era de 905,5 mil millones de dólares y su ingreso per cápita era de 10,659 dólares. El costo de 3 billones de dólares, lo que corresponde a una cantidad colosal , no incluye el año 2023. 3 billones de dólares es una cifra tan grande que, según los datos de 2022, esta cantidad corresponde a la renta nacional de Turquía durante aproximadamente 3,5 años”.

"Los ciudadanos de Turquía deben poner fin a la guerra"

Eren cuestionó: "¿Qué se podría haber hecho con los 3 billones de dólares gastados al insistir en políticas de guerra en lugar de una solución democrática y pacífica a la cuestión kurda? A cada uno de los 16 millones de pensionistas se le habría podido pagar aproximadamente 190.000 dólares al tipo de cambio actual, es decir, 6 millones de liras. Si los 3 billones de dólares gastados en la guerra se hubieran dividido entre los 85 millones de habitantes de Turquía, cada persona podría haber recibido 35.295 dólares, o 1.125.000 liras. Los ciudadanos de Turquía deben poner fin ahora a la guerra y a la insistencia en el estancamiento de la cuestión kurda. Para lograrlo, todos deben decir en voz alta que se debe levantar el aislamiento. Nuestro llamado a la sociedad turca es a apoyar al pueblo kurdo en sus demandas democráticas sin ceder ante las amenazas y prácticas del Estado de ´no toques, te quemarás´. A menos que caminemos juntos por este camino, ningún pueblo en Turquía podrá existir con su propia identidad y creencias, y ninguno de nuestros derechos y libertades podrá garantizarse".

"La llamada base jurídica del aislamiento la crea el poder judicial"

Al enfatizar que la huelga de hambre de los prisioneros llamó la atención sobre la necesidad de que toda la sociedad alce su voz contra el sistema de aislamiento de İmralı, Eren explicó lo siguiente: "En la etapa actual, su decisión de no comparecer ante los tribunales es una resistencia contra el poder judicial que no es imparcial e independiente. Todos los juicios en Turquía hoy son juicios formales. El mejor ejemplo de esto es el juicio de Kobanî. Decenas de miles de nuestros camaradas están en prisión, rehenes de las instrucciones del gobierno. La base del aislamiento la crea el poder judicial, que sigue instrucciones y se ha convertido en una autoridad política. Al Sr. Öcalan y a sus compañeros de prisión se les impide reunirse con sus familiares y abogados mediante incesantes sanciones disciplinarias. Estas decisiones ni siquiera se notifican a los abogados, los mecanismos de apelación no funcionan adecuadamente y las denuncias formuladas contra estos jueces y fiscales siguen sin ser concluyentes. El aislamiento es un sistema en el que no se aplica ni un ápice de ley. Este agujero negro del derecho crece y se extiende creando circunstancias extraordinarias y excepcionales en todos los casos. En una sociedad acostumbrada a la anarquía, todas las violaciones se están volviendo comunes. Todos los pueblos de Turquía están cayendo en el agujero negro del aislamiento".