Hace unos días Turquía dispuso cerrar todas las exportaciones de material sanitario para utilizarlo en el país y hacer frente a la pandemia del coronavirus, dentro de esa disposición requisó un cargamento que fue comprado hace tres semanas por algunas regiones autónomas de Estado Español, se trata de unos 114 respiradores, que necesitaban con urgencia pues solo contaban con 50 y el número de enfermos críticos ya ascendía a 350.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, informó la situación ayer viernes en una rueda de prensa que el Gobierno turco decidido quedárselos «para el tratamiento de sus propios enfermos».
La ministra también informó este sábado que Ankara había permitido la mayoría de los envíos pendientes y que “la única licencia no autorizada hasta la fecha es la relativa a respiradores comprados a una empresa turca por los Gobiernos de las Castilla-La Mancha y de Navarra”, según un comunicado oficial. El Gobierno español intenta disipar la idea de que Turquía ha tomado material a quien se lo compra – una situación que se repitió en EEUU con un envío que China le hizo a Paraguay de respiradores en los últimos días también- y atribuye la revocación de la licencia de exportación al temor al desabastecimiento de respiradores, clave en la recuperación de pacientes de coronavirus en situación de gravedad.
Anteriormente Turquía sí había entregado a España un cargamento de 25 toneladas con mascarillas, batas y gel desinfectante que se envió en el marco de colaboración entre países aliados de la OTAN. El avión llegó esta semana a Madrid, pero los respiradores no tienen por ahora fecha de salida.
Un portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha indicó que compraron 150 respiradores tres semanas tras a un proveedor español, por tres millones de euros y que el gobierno turco los retuvo por dos semanas aduana, incluso con un pedido de que saliera como un vuelo diplomático, a través de negociaciones que realizaba el gobierno español, pero al final le informaron que fueron requisados.