Estados Unidos pide a Rusia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos que detengan su intervención en Libia

Estados Unidos pidió este jueves la retirada inmediata de las fuerzas rusas y turcas de Libia, después de que se ignorara el plazo para que se marcharan.

Estados Unidos pidió este jueves a Rusia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos que pusieran fin de inmediato a sus intervenciones militares en Libia, tal y como se exige en el acuerdo de alto el fuego, y que acepten la soberanía libia en sus esfuerzos por unificar su gobierno, celebrar elecciones y poner fin a años de enfrentamientos.

El embajador adjunto de los Estados Unidos ante la ONU señaló a los tres principales patrocinadores extranjeros de los gobiernos rivales en Libia en un discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Richard Mills tomó la palabra después de que la enviada de la ONU en funciones, Stephanie Williams, declarara que seguían llegando a ambos bandos vuelos con cargamento militar, “socavando” de esta manera el acuerdo de alto el fuego. La enviava de la ONU pidió que todos los combatientes y mercenarios extranjeros que deberían haber salido de Libia antes del 23 de enero lo hicieran ahora.

Desde el levantamiento de 2011 respaldado por la OTAN, que acabó con el derrocamiento y la vida del dictador Moammar Gadhafi, Libia ha estado sumida en la confusión, dividida entre administraciones rivales en el este y el oeste, y cada una de ellas respaldada por distintas milicias y potencias extranjeras.

Turquía es el principal patrocinador del gobierno apoyado por la ONU en la capital, Trípoli, mientras que los Emiratos Árabes, Rusia y Egipto respaldan a las fuerzas del comandante militar Khalifa Hifter, que dirige la mayor parte del este y el sur.

Mills dejó claro que el gobierno de Biden respalda las exigencias de los partidos libios rivales de que se ponga fin a la intervención militar y se retiren las fuerzas extranjeras y los mercenarios, tal y como se recoge en el acuerdo de alto el fuego del 23 de octubre.

“Los actores externos que han intervenido militarmente en este conflicto han ignorado parcial y totalmente las demandas de los libios”, dijo. “Hacemos un llamamiento a todas las partes externas, incluidas Rusia, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, para que acepten la soberanía libia y cesen inmediatamente toda intervención militar en Libia”.

“Hacemos un llamamiento a Turquía y a Rusia para que inicien inmediatamente la retirada de sus fuerzas del país y de los mercenarios y apoderados militares extranjeros que han reclutado, financiado, desplegado y apoyado en Libia”, agregó.

También subrayó que es “fundamental que el pueblo libio y la comunidad internacional tomen todas las medidas necesarias para evitar que los saboteadores se interpongan en el camino de esta transición política”.

En su última exposición ante el Consejo, tras casi un año al frente de la misión política de la ONU, Williams expresó su preocupación por las continuas fortificaciones y posiciones defensivas creadas por las fuerzas de Hifter en el interior de la base aérea de Gardabiya, en la estratégica ciudad de Sirte, puerta de entrada a los principales campos petrolíferos y terminales de exportación del país y a lo largo del eje Sirte-Jufra.

Además continuaron los envíos de carga aérea a las bases militares y aéreas de ambas partes, dijo, y expresó su preocupación por el establecimiento, por parte del Consejo de la Presidencia en Trípoli, de otra estructura de seguridad bajo su control a mediados de enero “compuesta y dirigida por prominentes grupos armados”.

“La multiplicación de organismos de seguridad bajo la dirección de grupos armados, con responsabilidades superpuestas y con líneas de mando y de control poco claras, financiados con recursos públicos, erosiona aún más la arquitectura de seguridad del Estado y socava las futuras reformas del sector de la seguridad y la desmovilización y la reintegración de los grupos armados”, advirtió.

Como nota positiva, Williams dijo que la hoja de ruta de 55 puntos para la paz aprobada por los líderes de 12 potencias mundiales y otros países clave en Berlín hace un año logró lo que se preveía: “Creó un paraguas internacional para que las Naciones Unidas trabajaran directamente con las partes libias... para buscar una resolución libia-libia”.

Citó “progresos tangibles”, como el alto el fuego que se está manteniendo y la hoja de ruta adoptada en Túnez a mediados de noviembre, que traza el camino para restaurar la “legitimidad democrática” al fijar el 24 de diciembre como fecha para las elecciones nacionales y acordar el establecimiento de una autoridad ejecutiva unificada provisional, y las reformas económicas y financieras, pendientes desde hace tiempo.

Williams debía dirigirse a Ginebra el viernes para lo que denominó “una ronda decisiva de conversaciones intralibias” que se espera que desemboque en la creación de un nuevo ejecutivo unificado temporal.

“También recuerdo a todas las partes, a los Estados con intereses creados en Libia y, sobre todo, a los libios que aspiran a un cargo ejecutivo, que el futuro de Libia está en sus manos”, dijo Williams.