La Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN) informó que las fuerzas de seguridad iraníes arrestaron a Mina Soltani, la madre de Shahriar Mohammadi, un manifestante asesinado durante el levantamiento antigubernamental 'Jin, Jiyan, Azadî' en 2022, antes del segundo aniversario de las protestas.
Soltani fue arrestada sin orden judicial en su casa en Bukan, provincia de Azerbaiyán Occidental, alrededor de las 18:00 hora local del 11 de septiembre y llevada a un lugar no revelado, según KHRN.
La madre activista dadkhah (un término persa utilizado para los familiares de las víctimas y los sobrevivientes que buscan verdad y justicia) ha enfrentado presión y amenazas constantes de las fuerzas de seguridad durante los últimos dos años debido a su activismo tras la muerte de su hijo.
Su hijo, Shahriar Mohammadi, recibió disparos y resultó herido por las fuerzas de seguridad durante las protestas antigubernamentales en Bukan el 18 de noviembre de 2022, y luego murió en el hospital debido a sus heridas.
Durante la última semana, al menos 18 civiles kurdos fueron detenidos por el Ministerio de Inteligencia y la Organización de Inteligencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) en las ciudades de Mahabad, Oshnavieh, Piranshahr y Bukan en la provincia de Azerbaiyán Occidental, y Marivan, Sarvabad y Divandarreh en la provincia de Kurdistán, y llevados a los centros de detención de seguridad de los dos servicios de seguridad.
Jina Mahsa Amini, una mujer iraní kurda de 22 años, fue detenida y torturada hasta la muerte por la policía de la "moralidad" en Teherán en septiembre de 2022. La muerte de Jina Amini desencadenó una rebelión sin precedentes en Irán y el Kurdistán Oriental. Esta rebelión se denominó "Jin, Jiyan, Azadî" (Mujer, Vida, Libertad). Las fuerzas iraníes mataron a cientos de personas y arrestaron a miles durante el levantamiento. Muchas fueron ejecutadas. Los grupos de derechos humanos afirman que el gobierno iraní utiliza la pena de muerte para reprimir la protesta pública.