Global Witness reveló hoy el mayor número de defensores de la tierra y el medio ambiente asesinados que se haya registrado en un solo año, con 212 personas asesinadas en 2019 por defender pacíficamente sus hogares y hacer frente a la destrucción de la naturaleza.

El informe anual de la ONG también arroja luz sobre el urgente papel que desempeñan los activistas de la tierra y el medio ambiente en la lucha contra el colapso climático, oponiéndose a las industrias insostenibles que están acelerando el calentamiento global y el daño ambiental. Señala cómo, bajo una mayor represión y vigilancia durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19, la protección de estos activistas se torna aún más vital de cara a reconstruir un planeta más seguro y más verde.

En promedio, cuatro activistas han sido asesinados cada semana desde la creación del acuerdo climático de París en diciembre de 2015. Muchos más son silenciados por ataques violentos, detenciones, amenazas de muerte o demandas judiciales.

Sorprendentemente, más de la mitad de todos los asesinatos denunciados el año pasado ocurrieron en tan sólo dos países: Colombia (que alcanzó un máximo de 64) y Filipinas (que pasó de 30 en 2018 a 43 en 2019). A nivel mundial, es probable que el verdadero número de asesinatos sea mucho mayor, ya que los casos suelen ser indocumentados.

Rachel Cox, activista de Global Witness, ha explicado:

“La agroindustria y el petróleo, el gas y la minería han sido los principales impulsores de los ataques contra los activistas de la tierra y el medio ambiente, y también son las industrias que más nos empujan hacia un cambio climático galopante a través de la deforestación y el aumento de las emisiones de carbono.

Muchos de los peores abusos del medio ambiente y de los derechos humanos en el mundo están impulsados por la explotación de los recursos naturales y la corrupción en el sistema político y económico mundial. Los defensores de la tierra y del medio ambiente son quienes se oponen a esto.

Si realmente queremos hacer planes para una recuperación verde que ponga la seguridad, la salud y el bienestar de las personas en el centro, debemos abordar las causas fundamentales de los ataques a estos activistas, y seguir su liderazgo en la protección del medio así como detener el colapso del clima”.

La ONG también destaca el patrón actual de comunidades indígenas que son atacadas de manera desproporcionada por defender sus derechos y territorios, a pesar de que las investigaciones demuestran que las comunidades indígenas y locales gestionan bosques que refrenan el carbono equivalente a por lo menos 33 veces nuestras emisiones anuales actuales. En 2019, sólo en la región del Amazonas se produjeron 33 muertes. El 90% de las muertes en Brasil ocurrieron aquí.

Las cifras de 2019 también exponen cómo más de 1 de cada 10 defensores asesinados en 2019 eran mujeres. Las mujeres se enfrentan a amenazas específicas, entre las que se encuentran campañas de desprestigio que a menudo se centran en su vida privada, con contenido sexual o sexista explícito. La violencia sexual también se utiliza como táctica para silenciar a las activistas, gran parte de la cual no se denuncia.

A pesar de enfrentarse a estas amenazas violentas y a la criminalización, activistas de todo el mundo han logrado varios éxitos en 2019, lo que demuestra su resistencia, fortaleza y determinación en la protección de sus derechos, el medio ambiente y el clima de todo el mundo, afirma Global Witness.