La masacre ocurrió en el pueblo de Totumito Carboneras, Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander.

"Instamos a la Defensoría Regional de Cúcuta y a las autoridades municipales de Tibú a que inicien una investigación sobre este acto violento", dijo la organización en un comunicado.

Esta masacre ha profundizado la crisis humanitaria existente en el país y ha obligado a por lo menos 120 personas del municipio de Cúcuta a abandonar sus comunidades.

Los desplazados temen una posible incursión de los grupos armados contra la comunidad.

"El gobierno de Iván Duque debe garantizar la vida y la seguridad de nuestras comunidades y nuestra permanencia en el territorio", añadió la organización.

El legislador de la Cámara de Representantes de Colombia del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Pueblo (FARC), Sergio Marín, también rechazó la masacre.

El acuerdo de paz firmado en 2016 es muy débil ahora. ¿Esta es la Colombia a la que querían que volviéramos?" Marin tweeteó.