En Francia, la gente salió en masa a las calles el jueves y protagonizaron una huelga histórica en protesta por el sistema educativo. Una huelga de esta escala tuvo lugar por última vez en 2003 contra la reforma de jubilación del gobierno derechista de ese momento, François Fillon.

El paro se realizó con una amplia participación de docentes que trabajan en escuelas primarias, secundarias y bachilleratos. Según los informes, el 74 por ciento de los maestros de escuela primaria, el 70,5 por ciento de los maestros universitarios y el 65 por ciento de los maestros de secundaria participaron en la huelga.

Según el Ministerio de Educación, solo el 38,5 por ciento de los maestros de preescolar y primaria participaron en la huelga, mientras que el sindicato más fuerte, SNUipp-FSU, anunció una participación del 75 por ciento. Una de cada dos escuelas del país estaba cerrada.

Los funcionarios de SNUipp-FSU dijeron: “Una multitud masiva se unió a la huelga, y esto indica la gran ira en la comunidad educativa”.

Simultáneamente a la huelga, se llevaron a cabo varias acciones en toda Francia. Decenas de miles salieron a las calles en muchas ciudades, incluidas París, Marsella, Rennes y Celermont-Ferrand. Los candidatos de izquierda para las próximas elecciones presidenciales también se unieron a las manifestaciones.

Los sindicatos protestan contra el caos que generan los protocolos sanitarios en el sistema educativo y el empeoramiento de las condiciones laborales.