Irán acude a las urnas para las elecciones presidenciales

El viernes se celebrarán las elecciones presidenciales en Irán, a las que concurren seis candidatos.

Elecciones Irán

Las elecciones presidenciales en Irán estaban previstas para 2025. Sin embargo, tras la muerte del Presidente Ibrahim Reisi y su equipo en un accidente de helicóptero el 19 de mayo, Irán decidió celebrar elecciones con un gobierno interino ahora.

Las elecciones iraníes se celebran en un momento de tensiones internas y crisis geopolíticas, desde la guerra de Gaza hasta la cuestión nuclear. Además, estas elecciones se celebran cinco meses antes de las presidenciales estadounidenses.

Seis candidatos se presentan a las elecciones, y de ellos sólo hay uno que se describe como «reformista». No es muy conocido, pero sin embargo espera sacudir la supremacía de los ultraconservadores: Massoud Pezeshkian se ha distinguido como uno de los tres favoritos. La candidatura de Pezeshkian sugiere que estas elecciones podrían ser más competitivas que las de 2021.

Sus dos principales rivales son el conservador Mohammad Baqer Galibaf, presidente del Parlamento, y el ultraconservador Said Jalili, antiguo negociador nuclear.

Pezeshkian pidió una solución a la cuestión del velo obligatorio. «Llevamos 40 años intentando controlar el velo, pero hemos empeorado la situación», declaró Pezeshkian.

La mayoría de los demás candidatos han adoptado una postura prudente sobre la cuestión y han expresado su oposición al nombramiento de una policía «de la moralidad», actualmente operativa en el país y responsable de la muerte de la joven kurda Jina ‘Mahsa’ Amini que incendió las protestas «Jin, Jiyan, Azadî» que han azotado el país como no se veía en décadas.

Desde la creación de la República Islámica hace 45 años, sólo las elecciones de 2005 han pasado a una segunda vuelta. Es bastante probable que las elecciones del viernes también lo hagan.

El martes, el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, pidió una alta participación en las elecciones.

Una certeza de las elecciones es que el próximo presidente no será un clérigo chií como los dos anteriores, Hassan Rouhani e Ibrahim Reisi, sino nominalmente un civil. En tal caso, el ayatolá Jamenei, que tiene 85 años y ha dirigido Irán durante 35, no podrá ser considerado como posible sucesor.