El diputado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) Ali Kenanoğlu ha denunciado tras regresar de Hatay que el problema de las tiendas de campaña sigue sin resolverse.
Tras el tercer terremoto del el 20 de febrero se derrumbaron más de los edificios previamente dañados por los anteriores seísmos. Seis personas que habían vuelto a entrar en sus casas han quedado sepultadas bajo los escombros o han muerto. Desde ANF hemos hablado con el diputado del HDP Ali Kenanoğlu, quien se encontraba en Hatay en el momento del terremoto.
Kenanoğlu ha explicado: "La oficina de la Gobernación dio permiso para entrar en los edificios durante dos horas para que la gente pudiera sacar sus pertenencias, con lo que si el terremoto se hubiera producido durante el día habría causado muchas víctimas mortales. Cuando llegó la noche, esa actividad había cesado más o menos. Lo segundo es que fue un temblor corto pero muy intenso. No podíamos mantenernos en pie. Fue terrible".
Los problemas de las tiendas de campaña continúan
Kenanoğlu ha afirmado que el problema de las tiendas de campaña, el refugio, la calefacción y los aseos continúa en Hatay: "Se levantan tiendas de campaña cerca y alrededor de los edificios. La gente no tiene tiendas e improvisa algún tipo de refugio con lo que tiene; plásticos o mantas. Se refugian cerca de los edificios. Si el temblor de 6,4 grados hubiera continuado otros 30 segundos, Dios no lo quiera, la gente de los alrededores de estos edificios habría quedado sepultada bajo los escombros. Por supuesto, las autoridades dicen que hay que alejarse de los edificios, pero no crean las condiciones para ello. Hay que crear oportunidades para que estas personas se refugien fuera, satisfacer sus necesidades de calefacción y aseo. Como HDP, también tenemos un centro de coordinación aquí. La gente que viene aquí nos pide insistentemente tiendas de campaña. Además, por supuesto, se consume comida constantemente y es una necesidad urgente".
La rabia va en aumento
Señalando que se puede ver en qué se convierten esas tiendas cuando llueve, Kenanoğlu ha explicado que la gente está asustada y devastada, pero, que por otro lado, crece la rabia: "Cuando fuimos a Samandağ, la gente decía que la mitad de los que perdieron la vida allí podrían haberse salvado. Decían que había voces mendigando bajo los escombros. Se preguntan por qué los equipos de búsqueda y rescate no vinieron. Los voluntarios no tenían equipo, no había nadie que levantara esos bloques...".
Kenanoğlu ha contado también que el presidente Erdoğan fue a Hatay pero la gente no pudo verle: "Erdoğan y su delegación vinieron a Hatay. Por supuesto, no le vimos, pero lo más importante es que el pueblo de Hatay no le vio. Se reservó una zona especial para él; se cerraron las carreteras y se pusieron barreras. La gente no podía pasar. Querían pasar, pero la carretera estaba bloqueada. Sólo dejaron entrar a las personas que habían elegido previamente. Tayyip Erdoğan vino a Hatay, pero la gente de Hatay no lo sabía. La gente está enfadada, las cosas no son como las presentan algunos medios de comunicación. La vida no fluye así por aquí. La gente no vive así. Intentan sobrevivir, pero tienen muchos problemas".