La Coordinación de las Comunidades de Mujeres del Kurdistán (KJK, por sus siglas en inglés) emitió un mensaje de condolencia para Sırrı Süreyya Önder, miembro de la delegación del Partido DEM y vicepresidenta del Parlamento, que perdió la vida el sábado en el 18º día de su tratamiento en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Estambul tras un paro cardíaco el 15 de abril.
La declaración de KJK del domingo dice lo siguiente:
"Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de Sırrı Süreyya Önder, un querido amigo y camarada del pueblo kurdo, enviado de paz y sucesor de Baba İshak, la tradición revolucionaria del pueblo turcomano. Nuestras condolencias al líder Apo (Abdullah Öcalan), a su querida madre, a su hija y a todos los pueblos.
Los primeros camaradas del presidente Apo fueron Haki Karer y Kemal Pir, dos de los hijos más valiosos del pueblo turco. El hijo más valioso del pueblo turco, Sırrı Süreyya Önder, también se convirtió en un camarada y amigo en la búsqueda de la paz. Sırrı Süreyya Önder representaba el mejor ejemplo de vida y fraternidad igualitaria y libre frente a aquellos que buscaban envenenar a los pueblos con el nacionalismo y perpetuar un régimen de genocidio. El legado de paz creado por Sırrı Süreyya Önder, la encarnación de la igualdad, la libertad y la sabiduría, ha sacado a relucir una vez más la grandeza de la humanidad en estas tierras. La lealtad a su memoria nos exige continuar con esta gran humanidad, desarrollar y completar la gran lucha por la paz.
Eligió cargar con la carga más pesada de los pueblos kurdo y turco, luchando y sacrificando su vida por la paz. Perdió la vida por sus inmortales esfuerzos por la paz y su abnegación. En este sentido, nuestro camarada Sırrı Süreyya Önder nos ha dejado una gran responsabilidad. Preservar, continuar y mantener viva su humanidad será nuestro deber. El pueblo de Turquía, su política y sus intelectuales han visto la belleza de la hermandad, la amistad y la paz en la persona de Sırrı Süreyya Önder y han elegido un camino. Debemos abrazar su lucha, hacerla crecer y cumplir con la obligación histórica de llevar la bondad de la paz a estas tierras.
Nos despedimos de Sırrı Süreyya Önder con la promesa de que seguramente logrará la hermandad entre los pueblos y las relaciones iguales y libres. Él vivirá en nuestra lucha como un símbolo inmortal de amistad y camaradería.
Con respeto y amor en su memoria".