La Campaña por la Paz en el Kurdistán exige la libertad de Abdullah Öcalan

La Campaña por la Paz en el Kurdistán ha emitido un comunicado para exigir la libertad de Abdullah Öcalan.

La Campaña por la Paz en el Kurdistán, con sede en Londres, ha emitido una declaración para exigir la libertad de Abdullah Öcalan.

La declaración dice así: "Abdullah Öcalan fue expulsado de Siria en octubre de 1998 y encarcelado en la isla de Imrali, en el Mar de Mármara, por el Estado turco en febrero de 1999.  Abdullah Öcalan es el líder del pueblo kurdo y del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Durante la mayor parte de los 22 años de su encarcelamiento, Öcalan ha permanecido aislado y se le han negado las visitas de su familia y de sus representantes legales. Las condiciones de reclusión de Abdullah Öcalan infringen tanto el derecho turco como el internacional.

La captura, el encarcelamiento y el tratamiento de Öcalan tenían y tienen como objetivo quebrar la lucha del pueblo kurdo por sus derechos y su reconocimiento. Como ha explicado el propio Öcalan, la negación de los derechos del pueblo kurdo y su subordinación a los intereses que rigen los estados regionales ha sido fundamental para mantener el statu quo posterior a la Primera Guerra Mundial en Oriente Medio. El encarcelamiento y el aislamiento de Öcalan están inextricablemente ligados al sufrimiento de los pueblos de esta región".

La declaración continúa: "Desafiando sus deseos, el pueblo kurdo y sus tierras fueron divididos por los gobiernos británico y francés; primero por el acuerdo secreto Sykes-Picot de 1916 y luego formalmente con el Tratado de Lausana de 1923. Los Estados turco, iraquí, sirio e iraní se fundaron sobre esta opresión de los kurdos. No puede haber progreso hacia la democracia en ninguno de estos cuatro estados sin una resolución de la cuestión kurda que haga realidad la aspiración kurda a la democracia y la representación. Toda manifestación del deseo del pueblo kurdo de ser reconocido y representado es tratada como una amenaza por los poderes gobernantes de Turquía, Irak, Siria e Irán, y durante más de un siglo ha sido reprimida sin piedad. Abdullah Öcalan simboliza y demuestra la determinación del pueblo kurdo de acabar con su opresión. Esta es la verdadera razón por la que ha estado encarcelado durante 22 años.

Las consecuencias del encarcelamiento de Abdullah Öcalan por parte del gobierno turco se infiltran en todos los rincones de la sociedad turca. Desde el intento de criminalización del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), el encarcelamiento de sus dirigentes y diputados, la destitución forzosa y el encarcelamiento de alcaldes y funcionarios electos, el cierre de los medios de comunicación y el encarcelamiento de periodistas, la intimidación de organizaciones benéficas y de la sociedad civil, la destitución de funcionarios, otros empleados del gobierno y miembros del poder judicial, de hecho, el creciente edificio de la dictadura y la represión tiene como punto de apoyo el encarcelamiento de Abdullah Öcalan. Las guerras emprendidas por Turquía en Irak, Siria y las regiones kurdas de Turquía, el programa de despoblación que ha provocado que los refugiados se ahoguen en el Canal de la Mancha, todo ello pivota sobre el continuo encarcelamiento de Abdullah Öcalan. El tratamiento de Öcalan expresa directamente la despiadada determinación del gobierno turco de aplastar la resistencia del pueblo kurdo por la fuerza".

La declaración añadía: "Desde la prisión, Abdullah Öcalan ha intentado en repetidas ocasiones orientar a sus captores, y a quienes los respaldan, hacia una solución pacífica de los conflictos en Turquía y en toda la región. Sus esfuerzos han sido rechazados. Öcalan ha demostrado que está dispuesto a negociar con el gobierno turco para resolver el conflicto y lograr la paz. Anteriormente ha mostrado buena voluntad y ha dirigido al PKK para que ordene el alto el fuego, que ha aplicado con éxito a las fuerzas kurdas. Su trato ilegal y brutal es la única respuesta que han recibido él y los kurdos. Es esencial que Abdullah Öcalan sea liberado y pueda participar en las conversaciones para resolver de forma integral los conflictos que asolan la región cobrándose cada día más víctimas.     
 

Durante su estancia en la cárcel, Abdullah Öcalan ha estudiado y escrito sobre la historia, la sociedad y la moral y las lecciones que hay que aprender. Sus posiciones y las del PKK han evolucionado considerablemente. Sus escritos merecen un cuidadoso escrutinio y estudio. Ha recibido elogios académicos por la minuciosidad y perspicacia de su trabajo. Las reflexiones de Öcalan surgen de cuestiones prácticas a las que hay que hacer frente. Sus libros son un trabajo en curso que queremos que continúe. De forma crítica, Öcalan ha analizado el papel del Estado en la sociedad y la opresión de las mujeres. Sus conclusiones tienen efectos prácticos en la conducción de la lucha kurda y la organización de la sociedad de Rojava. El confederalismo democrático, con una auténtica participación de las masas en la toma de decisiones, superando la división excluyente del trabajo que ha marcado las sociedades anteriores, por ejemplo en la modernidad capitalista, es esencial. La autoemancipación de las mujeres es fundamental y crítica para cualquier avance hacia la democracia y la libertad humana. Gracias a sus reflexiones sobre las luchas del siglo XX por el socialismo, Öcalan ha contribuido a crear un movimiento que combate el patriarcado y el sectarismo y que sitúa la ecología en su centro. Lo que pide es una transformación material y moral de la sociedad, un cambio en las ideas que han regido la sociedad durante los últimos 5.000 años y más.

Estas ideas se han desarrollado de forma aislada en una celda de Turquía, en Oriente Medio. Son tierras con pueblos que han soportado generaciones de fanatismo étnico y religioso, un patriarcado brutal y la guerra. Este sufrimiento debe terminar.  Ha llegado el momento: Libertad para Abdullah Öcalan".