El pasado mes de mayo, el Departamento de Policía de Van (Bakur, Kurdistán turco) llevó a cabo una redada en varios domicilios y detuvo al co-presidente de MEBYA-DER, Gülistan Önver, y a los representantes Aziz Öner, Cevdet Bilekçi, Ceyda Dindar, Mahmut Dindar, Gülistan Önver, Cihat Aksu, Emine Şaybak, Halil Karakoç, Halime Süslü, İsa Demirağaç, Kamuran Çiftçi, Muhsin Demir, Nebi Kaçak, Nuhi Alici, Savaş Encü, Süreyya Azbağ y Şevket Kaplan.
Muchos de ellos fueron enviados posteriormente a prisión acusados de “pertenencia a una organización terrorista armada”.
En el escrito de acusación emitido siete meses después de las detenciones, la Fiscalía de Van argumenta que MEBYA-DER es la continuación de MEYA-DER, cerrada en 2016 por decreto ley.
La Fiscalía considera que el artículo 1 del estatuto de la Asociación “es delictivo investigar el destino y las causas de la muerte de las personas que perdieron la vida, que desaparecieron o de las que nunca se supo debido al conflicto armado, la tortura y los asesinatos no resueltos, que no son causas normales de muerte en Turquía”.
La Fiscalía también considera un delito la participación de los miembros de la asociación en los funerales y entierros. De hecho, este es el objetivo de la creación de esta asociación. MEBYA-DER también pagó las lápidas y las ceremonias funerarias de los combatientes caídos, y esto la Fiscalía lo considera un delito. Las visitas de pésame a las familias de los guerrilleros del PKK también se consideran delictivas y una continuación de la misma línea “de pensamiento, acción y discurso [del PKK]”.