La perforación petrolífera en zonas de pastoreo busca forzar la migración local
Ahmet Fidan denuncia la exploración de petróleo y minerales en las tierras de pasto de Licê.
Ahmet Fidan denuncia la exploración de petróleo y minerales en las tierras de pasto de Licê.
Las actividades de exploración petrolera llevadas a cabo por la Turkish Petroleum Corporation (TPAO) y la Turkish Petroleum International Company (TPIC) han afectado durante los últimos cinco años a los distritos de Hani (Hezro), Silvan (Farqîn), Licê (Lice) y Kulp (Pasûr), en Amed (Diyarbakır).
En octubre del año pasado, la empresa comenzó sus operaciones talando árboles para abrir caminos hacia las zonas de perforación en Licê y Kulp. Esta vez, el objetivo han sido los pastos utilizados por los habitantes de las aldeas.
Desde un campamento de contenedores instalado a la entrada de Licê, los equipos de trabajo se desplazan cada día hacia las zonas donde se han abierto caminos de acceso. La semana pasada realizaron perforaciones en un terreno de pasto en la aldea de Yukarı Calili (Bilyasa Jor), dependiente de Hendek (Licê).
Se han abierto pozos de perforación en decenas de puntos, desde las llanuras hasta las faldas de las montañas. Cuando la población local protestó, los trabajadores habrían respondido: “Si intentáis detener el trabajo, intervendrá el ejército. Si queréis, presentad una demanda”.
Cuatro distritos devastados por la exploración petrolera
En una declaración conjunta publicada el 26 de abril de 2024 por el Colegio de Abogados de Diyarbakır y varias organizaciones de la sociedad civil, se reveló que más de 200 operaciones de exploración y extracción de petróleo se han llevado a cabo en Amed en los últimos cinco años.
La declaración señala que estos trabajos se han realizado sobre tierras agrícolas, pastos y zonas forestales, provocando la pérdida de más de 35.000 hectáreas de terreno fértil.
En el marco del “Proyecto Çıralı 2B” del Ministerio de Energía y Recursos Naturales, se realizarán estudios sísmicos en muchas áreas y se abrirán nuevos pozos.
Además del petróleo, también continúa la búsqueda de minerales en estos distritos, y se ha anunciado el inicio de nuevas perforaciones a partir de muestras recogidas previamente.
Tras talar miles de árboles para abrir caminos, la empresa ha comenzado ahora a perforar en los pastos del caserío de Yukarı Calili (Licê). Ahmet Fidan, uno de los vecinos que se opone a las actividades, advirtió que esta era la única zona disponible para el pastoreo, y que la perforación amenaza con destruir los medios de vida de la aldea. También denunció que el lugar de perforación está extremadamente cerca de las viviendas.
Perforaciones en los pastos
Fidan relató que fueron despertados hace unos días por el sonido de la maquinaria: “Cuando salí fuera, vi que habían traído máquinas perforadoras a las faldas de la montaña. Ya habían abierto pozos subterráneos de metro y medio de profundidad”.
Llamó entonces al muhtar (jefe de aldea) para informarse y fue informado de que se trataba de una operación de exploración petrolera. Sin embargo, al visitar el lugar, los trabajadores le dijeron que buscaban tanto petróleo como minerales.
“Cuando hablé con ellos, me dijeron: ‘El ejército está con nosotros. No podéis intervenir. Si tenéis objeciones, contratad un abogado y presentad una demanda’. Estas tierras son nuestro sustento, nuestro espacio vital. ¿Cómo pueden perforar nuestros pastos sin consultarnos siquiera?”, lamentó Fidan.
Nuestros medios de vida están en peligro
Fidan subrayó que se han abierto pozos desde las zonas planas hasta las cimas de las montañas, y que los alrededores de los pozos se han sellado con hormigón: “Ataron cuerdas y lanzaron piedras dentro de los pozos. Este es el único terreno donde podemos pastorear nuestros animales. Si destruyen esta zona, perderemos nuestro sustento y nuestro hogar. Si lo cercan con alambre de púas, ya no podremos criar animales y nos veremos obligados a abandonar la región”.
Tomaremos medidas legales
Ahmet Fidan denunció que la destrucción del entorno natural se ha intensificado con las recientes exploraciones de petróleo y minerales. Y concluyó: “No queremos que nos obliguen a abandonar nuestra aldea. Nacimos aquí y queremos vivir aquí. Pase lo que pase, nos quedaremos. Por eso hemos iniciado acciones legales. Estas tierras están siendo entregadas al capital y a las empresas. No queremos que nadie venga aquí a destruir lo que queda. Ya han saqueado bastante. Es hora de decir basta”.