Las Madres de los Sábados se concentran en Estambul en la semana n.º 724

Las Madres de los Sábados se reúnen por 724ª vez en Estambul pese a la obstrucción policial.

Las Madres de los Sábado demandan justicia y verdad para sus familiares desaparecidos mientras se hallaban bajo la custodia de las fuerzas policiales del Estado.

Este sábado, a la acción se unieron los diputados del HDP Huda Kaya, Oya Ersoy, Musa Piroglu, el diputado del CHP Sezgin Tanrikulu, el candidato a la alcaldía de Beyoglu por el CHP, Alper Taş, la actriz Nur Sürer, y numerosos partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil.

Los activistas, con fotografías de los desaparecidos en las manos, escucharon a la hermana de Hasan Ocak, Maside Ocak, quien leyó el comunicado de esta semana.

Quieren impedir que lleguemos a la opinión pública

Recordando que la acción pacífica de las Madres de los Sábado lleva prohibida desde hace 25 semanas, pese a las garantías expresadas en la Constitución y las Convenciones Internacionales de Turquía, Maside Ocak dijo: “Durante 25 semanas nos hemos visto obligados a celebrar nuestra rueda de prensa en un pequeño lugar, aquí frente al edificio de la IHD. La policía nos confina aquí, porque quieren aislarnos por completo de la comunidad. A primera hora de la mañana del sábado, la policía visiblemente armada cerró la IDH y las calles circundantes. Esta aterradora acción busca evitar que las personas se nos unan y negar nuestro derecho a hablar con la opinión pública, un derecho garantizado por la Constitución. Una vez más, en la semana número 724, nos encontramos aquí para exigir justicia y que se procese a los responsables de las desapariciones”.

Ocak subrayó la doble moral mostrada por el gobierno turco al llamar a la ONU para investigar el asesinato del periodista Jamal Kashoggi, asesinado en el Consulado de Arabia Saudí en Estambul.

La historia de Maltu

Esta semana se contó la historia de Mehmet Şirin Maltu, quien desapareció hace 24 años.

Mehmet Şirin Maltu tenía 17 años y vivía en la aldea de Zediya en Kozluk, en Batman. La noche del 31 de enero de 1995, las fuerzas de seguridad, incluidos soldados, equipos especiales y guardias locales, irrumpieron en el hogar de la familia Maltu con la ayuda de un panzer.

Los soldados identificaron a los presentes y sacaron a Mehmet Şirin Maltu. Hasta las 4 de la mañana, todas las casas del pueblo pudieron oír sus gritos: fue torturado en campo abierto. Luego se lo llevaron.

Al día siguiente, alrededor de las 12 del mediodía, cuatro vehículos regresaron con Maltu a la aldea, quien llevaba las manos y los pies atados y un saco en la cabeza. Fue golpeado durante horas por los soldados a la vista de todos. Los aldeanos y sus familiares pudieron escuchar a los soldados pedirle repetidamente que les indicara un lugar, pero él solo repetía “no lo sé".

Luego, los soldados se llevaron a Mehmet Şirin Maltu, quien ya no podía soportar la tortura.

Su familia se presentó en la estación de la gendarmería de Bekirhan y Kozluk, pero les dijeron que su hijo no se encontraba detenido. Sin embargo, otro detenido le dijo a la familia de Maltu que le había visto, que habían permanecido detenidos juntos.

Tras aquello, la familia se presentó en la oficina del fiscal y le pidió que trajera al testigo, pero el testigo no testificó a causa de las fuertes presiones que llegó a recibir.

No se volvieron a oír noticias sobre Mehmet Şirin Maltu nunca más.

Mantendré la búsqueda hasta mi último aliento

Tras contarse la historia, se leyó una carta de Sabriye Maltu, la madre de Mehmet Şirin Maltu, quien no pudo participar en la acción a causa de problemas de salud.

La madre Maltu dijo que Mehmet Şirin Maltu era la menor de sus cuatro hijos.

“Tuve a mi hijo tres meses después de haber perdido a mi marido en un accidente automovilístico. Crié a mis hijos sin padre, y él tenía 17 años cuando me lo arrebataron. Los soldados golpearon a mi hijo delante de mis vecinos y de mí hasta altas horas de la madrugada, en mitad del frío de la noche. Luego se lo llevaron. En todos los lugares a los que fui, me dieron la misma respuesta. He estado viviendo con la esperanza de recibir noticias de mi hijo durante 24 años. He deseado una tumba durante 24 años. Quiero que los que le hicieron esto a Mehmet Şirin sean castigados. Soy vieja y estoy enferma, pero no voy a dejar de buscar”.

Nadie debería desaparecer en manos del Estado

Hasan Karakoç, hermano de Rıdvan Karakoç, quien también perdió la vida bajo custodia policial, señaló que en este país los niños que ni siquiera tienen 18 años desaparecen bajo custodia policial.

“Hemos estado gritando durante 24 años. ¡Qué puede hacer un niño de 17 años a este Estado! Una tumba es un derecho de todos. Eso es todo lo que piden las madres. Quieren que su hijo tenga una tumba en la que poder rezar y dejar flores. Las fuerzas de seguridad del Estado detienen a la gente con sus uniformes, armas y automóviles oficiales. Desaparecieron frente a cientos de aldeanos, pero no se lleva a cabo ninguna investigación. Es el primer deber del Estado descubrir la verdad sobre lo que les sucedió a estas personas. Este país no merece esta tiranía”.