Según cifras oficiales, 1101 personas han muerto de la enfermedad viral Covid-19 en Turquía hasta el momento. El número de casos confirmados de infección ha aumentado a 52.167.

El viernes por la noche, se impuso un toque de queda de dos días en 31 ciudades con solo dos horas de advertencia. Esto condujo a una multitud de personas en las tiendas. Ni siquiera el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoğlu del CHP (Partido Republicano del Pueblo), fue informado de la medida de antemano. Ya se impusieron toques de queda a niños y jóvenes de hasta 20 años inclusive, así como a personas mayores de 65 años y enfermos crónicos.

El gobierno del AKP/MHP es criticado ampliamente por no introducir un toque de queda en el país para contener la propagación del virus, que la gente atribuye a la grave situación económica en la que se encuentra el país.

Los copresidentes del HDP, Pervin Buldan y Mithat Sancar, acusan al gobierno turco de incompetencia. La coalición gobernante de AKP y MHP no está en condiciones de hacer frente a la crisis, dijeron los líderes del partido. En cambio, el anuncio a corto plazo del toque de queda ha llevado a una propagación más rápida de la pandemia: "El hecho de que la prohibición se impusiera sin permitir que la gente tuviera tiempo para satisfacer sus necesidades ha provocado un pánico y un caos graves, con personas incapaces de cumplir con las reglas de la distancia".

Los copresidentes del HDP ven la orden precipitada como prueba de que el gobierno está en pánico.

La Asociación de Derechos Humanos IHD y la asociación de la sociedad civil DTK (Congreso de la Sociedad Democrática) han expresado opiniones similares. Este último afirmó que el AKP aparentemente estaba haciendo todo lo posible para acelerar la propagación del coronavirus.

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