El representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan lleva completamente aislado del mundo exterior desde agosto del año pasado. Hace tres días, el Ministro del Interior turco anunció que se había producido un incendio en la isla carcelaria de Imrali. La oficina de abogados Asrın, que representa a Öcalan y a sus tres compañeros de prisión, exigió acceso inmediato a la isla, hasta ahora en vano. No se sabe nada sobre la condición de los prisioneros. Ni los abogados ni los familiares pueden contactarlos de ninguna manera.

Las mujeres árabes del cantón de Shehba, en el norte de Siria, subrayaron que las manifestaciones que exigían escuchar a Öcalan debían continuar sin interrupción.

Condenando las prácticas inhumanas del estado turco contra Öcalan, Emani Abdullah dijo: "Exigimos una aclaración sobre la situación del Líder tras el incendio. Nosotros, el pueblo árabe, no permaneceremos en silencio y continuaremos nuestras acciones hasta que el Líder Öcalan sea liberado. Pedimos a las organizaciones de derechos humanos que permitan la reunión de Öcalan con sus abogados".

Hêvin Elo, según la cual el fuego en Imralı fue iniciado deliberadamente, dijo: "El estado turco busca medir la respuesta del pueblo y nuestras estrechas relaciones con nuestros hermanos y hermanas kurdos. Permaneceremos unidos hasta que Öcalan salga de Imralı".

Rifah Elûş también se comprometió a continuar con sus acciones por Öcalan.