Las plantas hidroeléctricas destruyen el medioambiente del Kurdistán

El presidente de la asociación ambientalista Çev-Der en la provincia de Van, Ali Kalçık, describe las dramáticas consecuencias de la construcción de las centrales hidroeléctricas para la ecología de la región.

Debido a las fuertes lluvias, recientemente se han producido graves inundaciones en la zona de Zilan, en el distrito de Erciş; en la zona de Bendimahi, en el distrito de Muradiye; y en la zona de Kanispi, en el distrito de Çatak. Las inundaciones se cobraron la vida de cientos de animales, destruyeron establos y casas, y devastaron tierras de cultivo. Las zonas de Zilan, Bendimahi y Kanispi estaban cubiertas de densos bosques y albergaban miles de especies vegetales diferentes. Con la deforestación de la región, la construcción de centrales hidroeléctricas y de presas, estos desastres naturales fueron inevitables. Cada año desde entonces, las inundaciones se repiten una y otra vez

Sólo en el distrito de Çatak se están construyendo 15 nuevos proyectos de presas. En Erciş se están construyendo cuatro centrales hidroeléctricas en el valle de Zilan. En Muradiye se está construyendo una central hidroeléctrica en el valle de Mendimahi. También se han construido docenas de presas en los ríos Karasu, Deliçay, Engil, Güzeldere, Memedik y Karmış. Estos ríos son las principales fuentes de agua potable de las regiones. En todos estos lugares, las presas causan desastres ambientales.

La región a merced de las inundaciones

La inundación del 30 de junio en la región de Zilan, en Erciş, causó graves daños, particularmente en el asentamiento de Kırkpınar. 74 ovejas se ahogaron, las carreteras quedaron destruidas y la agricultura sufrió graves pérdidas.

El 5 de julio, dos personas resultaron gravemente heridas y muchos animales murieron en las inundaciones de Çatak, Ipekyolu, Tuşba, Başkale y Bahçesaray. Se produjeron deslizamientos de tierra y los ríos se desbordaron. También quedaron destruidas las tiendas y los contenedores de las víctimas del terremoto en Başkale.

El 10 de julio se produjo otra inundación en la región de Zilan. Entre otras cosas, tres casas quedaron destruidas y una gran parte de la cosecha se perdió. El 12 de julio, 16 casas en Muradiye y la carretera a Van fueron dañadas por una inundación. El 13 de julio se produjo otra inundación en la zona de Zorewa (Çetintaş) en el distrito Erciş en la que murieron 36 animales pequeños y los campos quedaron destruidos a gran escala.

“El agua convertida en mercancía”

El presidente de la asociación ambientalista de Van, Ali Kalçık, señala: “Si se perturba el camino de la naturaleza, ésta toma su venganza. En este país, cada gota de agua se ha convertido en una mercancía, y llegará el día en que se producirá una catástrofe y se extinguirán muchas vidas”:

Las inundaciones de los últimos días son un ejemplo concreto del peligro inminente, comenta Kalçık, y continúa: “Las presas en Zilan han convertido el agua en una mercancía. Para beneficio de unos pocos, el agua ha sido contaminada y la fauna y la flora destruidas. Este es un nuevo crimen en una historia de masacres y brutalidad. En Van, la autoridad del agua (DSI) ha hecho inhabitable la región con cientos de centrales hidroeléctricas. El dinero va a los bolsillos de los partidarios del AKP. Estas plantas de energía están supuestamente construidas para producir energía, pero Van es la capital del sol, tenemos 300 días de sol al año. Así que el sistema podría ser renovado con energía barata y limpia. El agua no es una mercancía”.

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