Hace 40 meses que no se reciben noticias del líder popular kurdo Abdullah Öcalan, que lleva más de 25 años recluido en la prisión de la isla de İmralı en duras condiciones de aislamiento. El Estado turco, que insiste en mantener aislado a Abdullah Öcalan, negándole el derecho a ver a su abogado y a toda su familia, sigue violando abiertamente tanto la legislación nacional como numerosos tratados internacionales de los que es signatario.

Las organizaciones internacionales, en particular el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura, guardan silencio ante el régimen de aislamiento aplicado por el Estado turco en İmralı.

Frente a toda esta ilegalidad, diferentes segmentos sociales reunidos en el ámbito de la campaña "Libertad para Abdullah Öcalan, una solución política a la cuestión kurda", lanzada a nivel mundial el 10 de octubre de 2023, continúan sus esfuerzos legales y diplomáticos para romper el aislamiento en İmralı.

Más recientemente, el aislamiento de İmralı se planteó en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra. El Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos (MRAP), que trabaja en el seno de la ONU, llamó la atención sobre las condiciones del líder popular kurdo Abdullah Öcalan con una conferencia organizada en el marco de la 56ª Sesión de Derechos Humanos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que comenzó el 18 de junio y se prolongará hasta el 12 de julio.

Una de las ponentes de la conferencia, Laura Castel Fort, senadora catalana, diputada en el Congreso de los Diputados español y miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, habló con ANF sobre el aislamiento de Abdullah Öcalan.

"Creo que este régimen de aislamiento, como dije en la sala de conferencias, y como comprobamos durante nuestra misión el año pasado, es una especie de tortura. Es una situación incomparable", afirmó.

Laura Castel Fort señaló que: "Incluso en las prisiones del bloque H durante los años 70 y 80, e incluso en Guantánamo, no ha habido este tipo de régimen de aislamiento, porque siempre había algún tipo de comunicación. Pero Öcalan ha sufrido y está en una situación de incomunicación. Por tanto, creo que es una clara violación de los derechos humanos, y es una violación muy duradera".

Laura Castel Fort también criticó el silencio de las autoridades internacionales ante la anarquía en İmralı y dijo: "Cuando se permanece en silencio ante las violaciones de los derechos humanos, se está respaldando al perpetrador. Y es aún más flagrante porque este tipo de organizaciones, sobre todo el Consejo de Europa, las Naciones Unidas y la Unión Europea, son organizaciones internacionales basadas en tres pilares: los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho. Todos estos pilares son violados en el caso de Öcalan, y permanecen en silencio".