El 1 de abril, 16 personas, entre ellas siete miembros de la Guardia Revolucionaria, murieron en un ataque al consulado iraní en Damasco. Irán y Siria culparon a Israel por el ataque.

"El régimen satánico ha cometido un error", afirmó el líder supremo de Irán, el ayatolá Jamenei, en un discurso retransmitido en directo con motivo del Eid al-Fitr, y añadió: "Debe ser castigado y será castigado".

Respondiendo al jefe de Estado iraní en farsi, el Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, indicó: "Si Irán lleva a cabo un ataque desde su territorio, Israel responderá y atacará a Irán".

Israel, que ha repetido a menudo que no permitirá que Irán se establezca en su frontera, ha llevado a cabo cientos de ataques en la vecina Siria desde el inicio de la guerra. Estos ataques han tenido como objetivo posiciones de las fuerzas de Damasco, grupos proiraníes y tropas iraníes.

La noche del martes al miércoles la "infraestructura" de Hezbolá fue bombardeada en Siria. El ejército israelí justificó este ataque como un medio para impedir que Hezbollah echara raíces en Siria.