Ha comenzado una reunión de cuatro días entre líderes indígenas brasileños en el Amazonas para protestar por las presiones del Presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, para abrir sus reservas para la minería y la agricultura comercial.
La reunión cuenta con la participación de varios líderes tribales y busca desarrollar un plan de contingencia para combatir el plan de Bolsonaro de explotar esta histórica región con fines comerciales.
“Las riquezas de las que habla Bolsonaro son las riquezas del hombre blanco, para comprar coches, aviones y ranchos. Nuestras riquezas están en la selva y en los ríos de aquí”, ha denunciado el líder de la tribu Kayapó, Megaron Txucarramãe.
El periódico brasileño O Globo ha recibido un borrador de la legislación que va a presentar el gobierno, que no sólo abriría la reserva a la minería, sino también a la exploración de petróleo y gas.
Esta legislación también incluye la construcción de nuevas presas hidroeléctricas y granjas comerciales con cultivos genéticamente modificados, actualmente prohibidos por la ley en las tierras tribales.
Además, el proyecto filtrado a O Globo dice que las comunidades indígenas serían consultadas sobre los proyectos económicos, tal como lo estipula la Constitución de Brasil, pero no tendrían el poder de vetar los proyectos decididos por el gobierno.
“El año comienza con este gran encuentro”, declaró Sonia Guajajara, jefa de un grupo paraguas llamado Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), “convocado por Raoni para elaborar estrategias de protección de la Amazonia frente a las amenazas, las críticas y la destrucción que está provocando el gobierno de Bolsonaro”.