El sábado cientos de personas se manifestaron contra el gobierno turco en Zúrich en protesta por la "irresponsabilidad organizada" del gobierno en Ankara, que se está volviendo cada vez más evidente en la manera  en que se están tratando los efectos de la catastrófica serie de terremotos. La manifestación comenzó en Museum Street y se condujo a través del puente Walche hasta el Consulado General de Turquía. Fue promovida por una amplia alianza de iniciativas de migrantes, asociaciones religiosas y grupos de izquierda con vínculos con Kurdistán, Siria y Turquía.

Después de un minuto de silencio por las decenas de miles de víctimas de los terremotos que sacudieron la región fronteriza turco-siria hace un mes, Deniz Ay, representante del Partido de los Trabajadores de Turquía (TIP) en Suiza, pronunció un discurso. Ay recordó que en los primeros días tras los terremotos, la Media Luna Roja Turca (Kızılay) vendió tiendas las campaña de invierno, que se necesitaban con urgencia en la zona del desastre, a una organización privada de ayuda por 2,3 millones de euros, en lugar de ponerlas a disposición de las víctimas de forma gratuita lo antes posible. Esto fue un "descaro inhumano", dijo Ay.

Poco después de que estallara el escándalo, el TIP protestó contra la venta de tiendas de campaña, frente a la sede del partido en Estambul, el que actualmente es el centro de coordinación de crisis. La policía reprimió y detuvo temporalmente a más de 100 miembros del partido, incluidas víctimas del terremoto, así como voluntarios del programa de ayuda del TIP. La policía también puso barreras alrededor de la sede del partido:"El gobierno sabe que el suelo se ha deslizado bajo sus pies, por lo que está ejerciendo presión en consecuencia. La represión ya no es suficiente para calmar la ira de la gente", dijo Ay.

"No perdonamos, exigimos responsabilidad", dijo Ay, refiriéndose a un discurso de Recep Tayyip Erdogan, quien recientemente había pedido perdón por los "retrasos" en el alivio del terremoto en Adıyaman. Argumentó que, debido a los "efectos devastadores de los terremotos, el mal tiempo y las dificultades causadas por la infraestructura dañada", no fue posible trabajar como hubieran querido en los primeros días. "No aceptamos la disculpa. Nadie en Ankara podrá escapar de la responsabilidad", señaló Ay.

Una declaración conjunta para la alianza fue presentada por Gamze Özkök, quien está involucrada con el Partido por la Libertad Social (TÖP). "El gobierno turco tiene una mentalidad caracterizada por el odio a las naciones. Este hecho se puede ver, entre otras cosas, con que prácticamente no hubo ayuda estatal en la zona del desastre en los dos primeros días después de los terremotos. Miles de sobrevivientes tuvieron que morir de congelados  mientras esperaban en vano ayuda bajo los escombros de edificios derrumbados a temperaturas muy por debajo del punto de congelación. Esto refleja el desprecio de este gobierno por su pueblo y la relación profundamente disfuncional de un estado opresor con sus ciudadanos, que no reciben ningún tipo de aprecio".

La Alianza también comentó sobre la palabras  de Erdogan sobre el "destino" en relación con el desastre del terremoto en el país. "Turquía es un país  ubjcado el cinturón de terremotos. Pero en lugar de equipar al país contra él, el gobierno prácticamente ha invitado a este desastre con su política de construcción hambrienta de ganancias. Ha ignorado el asesoramiento científico y ha construido infraestructura en fallas, ha privatizado tierras públicas, ha abolido rutas de rescate para inundar el país con centros comerciales, todo con los ingresos de un impuesto contra terremotos que se introdujo para hacer que Turquía sea a prueba de terremotos, pero que ha fluido hacia una burocracia incompetente y corrupta, así como un favoritismo multimillonario. No solo ha hecho la vista gorda a sabiendas ante la construcción fallida generalizada, sino que también ha legalizado la construcción negra a través de la llamada Ley de Amnistía de la Construcción, generando más ingresos. Por lo tanto, no es el terremoto el culpable de la muerte de decenas de miles de personas, sino el gobierno y los especuladores de su sistema. Son responsables de convertir un desastre natural en una masacre provocada por el hombre y patrocinada por el estado".

"Ciudades enteras en la zona del terremoto se han convertido en fosas comunes. Y por lo tanto, no perdonaremos. Convertiremos nuestro dolor en ira, que canalizaremos en organización. Como oprimidos, nos uniremos para construir un país democrático y libre contra esta oscuridad que ha caído sobre nosotros como una pesadilla. El desmantelamiento de este sistema arrogante, tiránico y genocida, cuya existencia solo sentimos cuando abrimos la boca para exigir nuestros derechos pero nunca en tiempos difíciles, no es una pérdida sino una ganancia para los pueblos. No perdonaremos, no haremos la paz. Ni con tiranos ni con aquellos que exigen que olvidemos lo que ha sucedido. Acusaremos y exigiremos responsabilidad. Por cada vida que nos han quitado", dijeron desde las organizaciones y anunciaron que continuarían sus protestas contra el gobierno de Erdogan.