En París, activistas del Movimiento de Mujeres Kurdas en Francia (TJK-F) se reunieron frente al parlamento para protestar contra los crímenes de guerra turcos. Las mujeres llamaron al líder turco Erdogan el "mayor obstáculo para la paz en el Medio Oriente" y pidieron al gobierno francés que se distancie del "partidario del terrorismo".
"El uso de armas químicas por parte del ejército turco ha sido suficientemente probado y Francia debe tomar una posición", denunció una portavoz.
La acción de las activistas kurdas fue apoyada por la diputada de LFI, Danielle Simonet. La política pronunció un breve discurso en el que aseguró a las mujeres su solidaridad. "El uso de armas químicas es un crimen contra la humanidad y Francia debe presionar a la ONU para que se lleve a cabo una investigación independiente sobre las acusaciones", advirtió Simonet, y agregó que el PKK no es una organización terrorista sino una organización de resistencia.