Activistas kurdos y australianos se manifestaron en Sídney (Australia) en respuesta a los cada vez más mortíferos ataques del Estado turco contra Rojava (norte de Siria) y a la última masacre turca que dejó 9 civiles muertos en un merendero en el campo de la gobernación de Duhok, en el sur del Kurdistán (norte de Irak).

A la manifestación asistieron también representantes de partidos políticos y organizaciones no gubernamentales.

En una declaración del co-presidente de la Federación de Comunidades Democráticas Kurdas de Australia se pidió a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional que entraran en acción para detener los ataques de Turquía contra el pueblo de Rojava.

Llamamiento a un embargo de armas y al cierre del espacio áereo 

El senador de los Verdes australianos por Nueva Gales del Sur, David Shoebridge, condenó la masacre turca de civiles en Zakho y pidió que Austria y Estados Unidos impongan un embargo de armas al Estado turco de forma inmediata. También pidió a la ONU que asumiera su responsabilidad y tomara medidas.

El clérigo australiano Bill Crews hizo un llamamiento a la conciencia popular contra la dictadura de Erdoğan y expresó su solidaridad con el pueblo kurdo.

A continuación, el escritor kurdo Mansour Rezaki exigió el cierre del espacio aéreo de Rojava al Estado turco.

Otras intervenciones de Peter Boyle, portavoz de Rojava Solidarity Sydney, y de Jim Mcilroy, de la Alianza Socialista, señalaron la lucha desinteresada del pueblo kurdo y su victoria contra el ISIS, e hicieron un llamamiento a los círculos democráticos para que se solidaricen con los kurdos.