Medio billón de personas podrían ser empujadas a la pobreza a causa del COVID-19

Oxfam pidió a los líderes mundiales que acuerden un 'Paquete de rescate económico para todos', para mantener a flote a los países y a las comunidades más pobres.

Las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus podrían empujar a 500 millones de personas más a la pobreza, a menos que se tomen medidas urgentes para rescatar a los países en desarrollo, indicó hoy Oxfam. La agencia está pidiendo a los líderes mundiales que acuerden un 'Paquete de rescate económico para todos' para mantener a flote a los países pobres y a las comunidades pobres, antes de las reuniones clave del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los Ministros de Finanzas del G20 la semana próxima.

El nuevo informe de Oxfam "Dignidad, no destitución" presenta un nuevo análisis que sugiere que entre el seis y el ocho por ciento de la población mundial podría caer forzosamente a la pobreza, a medida que los gobiernos cierren economías enteras para controlar la propagación del virus. Esto podría retrasar una década al menos, la lucha contra la pobreza, y hasta 30 años en algunas regiones como África subsahariana y  del Norte, y Medio Oriente. Más de la mitad de la población mundial podría estar viviendo en la pobreza después de la pandemia.

El análisis, publicado hoy por el Instituto Mundial de Investigaciones Económicas para el Desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas, fue realizado por investigadores del King's College de Londres y la Universidad Nacional de Australia.

El informe destaca que un 'Paquete de rescate de emergencia para todos' permitiría a los países pobres proporcionar subsidios en efectivo a quienes perdieron sus ingresos y rescatar a pequeñas empresas vulnerables. Se pagaría a través de una variedad de medidas que incluyen:

-La cancelación inmediata de US$ 1 billón en pagos de deuda de países en desarrollo en 2020: La cancelación de los pagos de deuda externa de Ghana en 2020 permitiría al gobierno otorgar una subvención en efectivo de $20 dólares al mes a cada uno de los 16 millones de niños, discapacitados y ancianos de todo el país, por un período de seis meses.

-La creación de al menos US$1 billón en nuevas reservas internacionales, conocidas como Derechos Especiales de Giro, para aumentar drásticamente los fondos disponibles de los países. Esto le daría al gobierno etíope por ejemplo, acceso a $630 millones adicionales, suficiente para aumentar su gasto en salud en un 45 por ciento.

José María Vera, Director Ejecutivo Interino Internacional de Oxfam, expresó que “Las consecuencias económicas devastadoras de la pandemia se están sintiendo en todo el mundo. Pero para las personas pobres en países pobres que ya están (sin la pandemia) luchando por sobrevivir, casi no hay redes de seguridad para evitar que caigan en la pobreza. Los Ministros de Finanzas del G20, el FMI y el Banco Mundial deben dar a los países en desarrollo una inyección de efectivo inmediata para ayudarlos a rescatar a las comunidades pobres y vulnerables. Deben cancelar todos los pagos de deuda de los países en desarrollo para 2020 y alentar a otros acreedores a hacer lo mismo, y emitir al menos 1 billón de dólares de derechos especiales de giro.

Las desigualdades existentes dictan el impacto económico de esta crisis. Es menos probable que los trabajadores más pobres de las naciones ricas y pobres tengan un empleo formal, disfruten de protecciones laborales como pago por enfermedad o puedan trabajar desde casa. A nivel mundial, solo una de cada cinco personas desempleadas tiene acceso a beneficios de desempleo. Dos mil millones de personas trabajan en el sector informal sin acceso a pago por enfermedad, la mayoría en países pobres, donde el 90 por ciento de los empleos son informales, en comparación con sólo el 18 por ciento en las naciones ricas.

Las mujeres están en la primera línea de respuesta al coronavirus y es probable que sean las más afectadas financieramente. Las mujeres representan el 70 por ciento de los trabajadores de salud a nivel mundial y brindan el 75 por ciento de la atención no remunerada, cuidando a niños, enfermos y ancianos. Las mujeres también tienen más probabilidades de ser empleadas en trabajos precarios mal pagos, que están en mayor riesgo. Más de un millón de trabajadores de la confección de Bangladesh –80 por ciento de los cuales son mujeres– ya han sido despedidos o enviados a sus hogares sin paga, después de que los pedidos de las marcas de ropa occidentales fueron cancelados o suspendidos.

Muchas naciones ricas han introducido paquetes de estímulo económico de miles de millones de dólares para apoyar a las empresas y a los trabajadores, pero la mayoría de las naciones en desarrollo carecen del poder del respaldo financiero para hacer lo mismo. La ONU estima que casi la mitad de todos los empleos en África podrían perderse. Micah Olywangu, un taxista y padre de tres hijos de Nairobi, Kenia, que no ha tenido ningún ingreso desde el cierre del aeropuerto, bares y restaurantes, le dijo a Oxfam: "este virus nos matará de hambre antes de enfermarnos".

Entregar los $2.5 trillones que la ONU estima es necesario para apoyar a los países en desarrollo durante la pandemia, también requeriría $500 mil millones adicionales en ayuda. Esto incluye $160 mil millones que Oxfam estima que se necesitan para impulsar los sistemas de salud pública de los países pobres y $2 mil millones para el fondo humanitario de la ONU. Los impuestos solidarios de emergencia, como un impuesto sobre las ganancias extraordinarias o a las personas más ricas, podrían movilizar recursos adicionales.

Los gobiernos deben aprender las lecciones de la crisis financiera de 2008, donde los rescates para bancos y corporaciones fueron pagados por la gente común a medida, que se perdían los empleos, los salarios se reducían y los servicios esenciales como la atención médica se reducían al mínimo. Los paquetes de estímulo económico deben apoyar a los trabajadores comunes y las pequeñas empresas, y los rescates para grandes corporaciones deben estar condicionados a la acción para construir economías más justas y más sostenibles".