En una entrevista con el periódico Yeni Özgur Politika, el lingüista estadounidense y uno de los principales miembros de la Iniciativa Libertad para Abdullah Öcalan, Noam Chomsky, habló en contra de la persecución de las y los kurdos por parte del estado turco.

“Turquía siempre ha perseguido sin piedad a los kurdos. Hubo algunos momentos en que la persecución pareció aliviarse brevemente, como en los primeros años de este siglo. Pero no duraron mucho. Las autoridades turcas nunca han perdido ninguna oportunidad de oprimir a los kurdos”, denunció Chomsky.

Y agregó: “Erdogan quiere que Turquía desempeñe un papel importante dentro del orden mundial; probablemente como un nuevo califa, a sus propios ojos. Pero en caso de que no sea así, quiere una Turquía que no esté controlada por Rusia ni por Occidente, pero que trabaje parcialmente con cada uno de ellos, aumentando sus esferas de influencia en cooperación con China en Asia. Así, mientras Turquía sigue siendo miembro de la OTAN, Erdogan acepta la oferta de Putin de establecer un nuevo centro de distribución de gas ruso a Europa para evitar los controles de la OTAN y las fuertes demandas de EE.UU. La libertad kurda no significa casi nada tanto para Rusia como para Estados Unidos. Basta con echar un vistazo a unos años atrás. La década de 1990 fue uno de los peores períodos de violencia turca contra los kurdos que dependían de las armas estadounidenses suministradas por Clinton. Y EE.UU. guardó absoluto silencio al respecto. Hoy, nadie cuestiona el papel de Estados Unidos en aquella época".

Chomsky también habló sobre el aislamiento agravado impuesto al líder kurdo Abdullah Öcalan e indicó: “Öcalan debe ser liberado de su inhumano encarcelamiento de inmediato. Sus ideas inspiran impresionantes logros y desarrollos en Rojava. También son percibidos como una amenaza para las fuerzas ilegítimas de todos los regímenes autoritarios de la región”.