Citando fuentes locales, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) informó que tres jóvenes sirios fueron quemados hasta morir por un ciudadano turco hace más de un mes.

El 16 de noviembre, el turco prendió fuego a los jóvenes sirios después de verter gasolina, en Güzelbahç, en la ciudad de Izmir, según las fuentes. Éstas agregaron que la motivación racial estuvo detrás del crimen y no hubo disputa entre las víctimas y el hombre turco, ya que los jóvenes se encontraban trabajando en un taller para la fabricación de piedra para aceras.

El homicidio tuvo lugar en medio de un apagón mediático, mientras que los resultados de las investigaciones no se han revelado hasta el momento.

El 13 de diciembre, los y las activistas del SOHR documentaron el asesinato de una joven siria por un sospechoso sirio en la provincia de Urfa en Turquía.

Según las fuentes, la joven “Salma Hindawy” tenía 22 años era enfermera en un hospital turco. Ella era viuda y tenía una hija, mientras que el sospechoso sigue prófugo. Fuentes locales han informado que la joven fue asesinada por su reiterada negativa a la propuesta de matrimonio del sospechoso.