Se publica la declaración final de la conferencia "Abriendo el camino a la paz"

La declaración final de “Abriendo camino a la paz” exige medidas urgentes para la paz, el fin de las operaciones transfronterizas y el restablecimiento del derecho a la comunicación de Abdullah Öcalan.

LLAMADO A LA PAZ

La Iniciativa Social para la Paz publicó la declaración final de la conferencia titulada “Abriendo el camino hacia la paz”, celebrada en el distrito Eyüpsultan en Estambul. La declaración decía: “Nuestra conferencia se reunió para generar esperanzas de paz y democracia en un momento en que nuestra región se encuentra bajo fuego. Estas antiguas tierras, ahora en la mira de Israel y Estados Unidos para su reorganización en pos de intereses imperialistas, enfrentan la amenaza de una guerra total. La masacre y ocupación de Gaza marcó el inicio de este proceso, que cobró nuevo impulso con la intervención contra Irán. Apenas doce horas antes del inicio de nuestra conferencia, Estados Unidos atacó a Irán. En estas condiciones, el fin inmediato de la guerra, garantizar el desarme nuclear en todos los países de la región, incluido Israel, y la rápida implementación de las decisiones de la Corte Penal Internacional respecto a los funcionarios israelíes y al criminal de guerra Benjamin Netanyahu deben ser prioridades urgentes.

La guerra, lanzada por el control de las minas, los recursos energéticos y los corredores energéticos, no traerá a nuestra región más que destrucción, dolor y muerte. En este proceso, los conflictos entre los pueblos, el malestar social, la profundización de la pobreza y la opresión de las mujeres están siendo manipulados por las potencias globales como herramientas convenientes. Ante esta amenaza inminente, lograr la paz y la igualdad en nuestro país y asegurar una paz basada en normas universales de democracia y justicia ya no es sólo una necesidad, ahora es una cuestión de gran urgencia. En este contexto, debemos enfatizar que la resolución de la cuestión kurda en Turquía contribuiría positivamente a la democratización de toda la región, incluyendo a Irán. Esta política de paz debe formar parte de una política exterior más amplia, basada en el diálogo y la negociación, que garantice la seguridad, la igualdad y la libertad de todos los pueblos de la región, independientemente de su etnia, origen, religión, secta, identidad de género, orientación sexual o creencias. Esto incluye a los kurdos, a las comunidades alevíes que se han enfrentado a la amenaza del genocidio y a las mujeres, cuyos derechos y libertades se ven constantemente amenazados”.

Llamado a convertirse en agentes activos de la paz

La declaración enfatizó que el "Llamado a la paz y una sociedad democrática" de Abdullah Öcalan del 27 de febrero, junto con la decisión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de disolverse, representó un paso muy significativo hacia la paz. Continuó: “¿Pero no ha llegado ya el momento de que se tomen medidas administrativas y legales para hacer realidad esta valiosa declaración? ¿Cuánto tiempo más debemos esperar para ver acciones concretas? No cabe duda de que el éxito del proceso de paz depende del avance de las reformas democráticas. Para que esto suceda, el poder gobernante debe abandonar su enfoque político hegemónico y autoritario. La cuestión kurda solo puede resolverse en el marco de la democracia y con base en los derechos humanos. Los derechos del pueblo kurdo solo pueden salvaguardarse si los derechos y libertades fundamentales de todas las personas están protegidos por el Estado de derecho. Una democracia participativa solo puede lograrse relajando el rígido centralismo que asfixia a las administraciones locales. La ciudadanía igualitaria solo puede lograrse mediante una democracia pluralista que respete las identidades de kurdos, alevíes, circasianos y todas las demás comunidades. Nos encontramos ante una oportunidad histórica: la oportunidad de vivir con dignidad, igualdad, libertad, paz y prosperidad. En este momento crucial, nuestra conferencia hace un llamado a todos los sectores de la sociedad que defienden la paz, la democracia y la vida misma a participar activamente en este período dinámico que moldeará el futuro del país. Los instamos a convertirse en agentes de paz y a elevar el llamado colectivo a la democracia y la paz”.

Medidas urgentes a adoptar

La declaración enumera una serie de medidas urgentes necesarias para promover la paz y la democratización:

“- De conformidad con la cláusula final del Artículo 90 de la Constitución, Turquía debe actuar de conformidad con el Convenio Europeo de Derechos Humanos y las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y del Tribunal Constitucional en relación con las solicitudes individuales. Debe restablecerse el Convenio de Estambul. La Ley Antiterrorista, el Código Penal turco y toda la legislación pertinente deben revisarse a la luz de las sentencias del TEDH y del Tribunal Constitucional, y deben eliminarse las disposiciones antidemocráticas.

- Como se ha afirmado reiteradamente en las sentencias del TEDH, deben cesar de inmediato todas las órdenes ilegales y las prácticas resultantes, incluidas las detenciones y arrestos, derivadas de la aplicación ilegal de la Ley de Reuniones y Manifestaciones.

- Todos los presos y detenidos políticos, incluidos los encarcelados y encarceladas en virtud de los casos de Kobanê y del parque Gezi, deben ser liberados, ya que su detención continua viola las sentencias del TEDH.

- Todas las operaciones contra municipios deben detenerse de inmediato. El alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Estambul Ekrem Imamoğlu, así como otros alcaldes y funcionarios municipales, deben ser liberados.

- Independientemente de los cargos o las condenas, todos los presos y presas enfermos y ancianos deben ser liberados.

- Todas las operaciones militares transfronterizas deben cesar.

- Para facilitar las negociaciones y garantizar el acceso público a información precisa, es necesario reestructurar las condiciones bajo las cuales Abdullah Öcalan, reconocido tanto por el gobierno como por la parte kurda como un interlocutor clave, puede trabajar y comunicarse con representantes de diversos sectores de la sociedad, de conformidad con los principios del CEDH.

- Debe derogarse el artículo 34 de la Ley n.º 6758, que legalizó el nombramiento de fideicomisarios en sustitución de los funcionarios locales electos durante el estado de emergencia mediante el Decreto-Ley n.º 674. Se debe otorgar a las administraciones locales una mayor autoridad administrativa y financiera mediante la gobernanza compartida con las autoridades centrales. La administración pública debe reestructurarse con base en el principio de descentralización. Deben levantarse las reservas formuladas a la Carta Europea de Autonomía Local, y Turquía debe adherirse al protocolo adicional que regula el derecho a la participación.

- El Parlamento debe establecer un marco legal para la resolución democrática de la cuestión kurda. La propuesta ‘Comisión para la Paz y la Resolución Democrática’, encargada de supervisar el proceso de desarme, debe formarse sin demora, basándose en principios como la representación paritaria de los partidos políticos, la igualdad de género, las perspectivas de género, la toma de decisiones por mayoría cualificada y la inclusión de la sociedad civil.

- Los líderes políticos, las figuras públicas y, en especial, los medios de comunicación deben abandonar el lenguaje de la hostilidad, la dominación y la confrontación. La paz no se puede construir con el lenguaje de la guerra, el conflicto y la división”.

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