La campaña Peace in Kurdistan recordó en una declaración titulada "defender el campamento Makhmur de la agresión turca", que "el viernes pasado, se informó de que Turquía había iniciado ataques aéreos contra el campo de refugiados Makhmur, situado en la región kurda de Irak, sobre el que ondea la bandera de la ONU".
Esta brutal acción militar, dijo el comunicado, "apuntaba a civiles, pero fue recibida con un silencio y una inacción total de la comunidad internacional. Esto es un escándalo, al igual que el hecho de que los medios de comunicación liberales hicieron la vista gorda. La falta de respuesta de Irak y de las autoridades regionales kurdas es igualmente indignante".
"Seguimos conmocionados a pesar de que está lejos de ser la primera vez que tales acciones por parte de Turquía han burlan el control o incluso a los comentarios.
En su ataque al campo de Makhmur vemos una vez más que la reputación del Estado turco como violador en serie del derecho internacional está bien ganada.
La letanía de abusos contra los derechos humanos y atrocidades cometidas por las fuerzas del Estado turco en su guerra contra los kurdos ha hecho que el régimen sea notorio, pero ha sufrido pocas sanciones por parte de quienes tienen el poder de limitar sus actividades".
La declaración continuó: "Todos los que se han adherido formalmente al derecho internacional tienen el deber de defender el sistema de derecho que proporciona protección a los más vulnerables del mundo. Los refugiados merecen y tienen derecho a esa protección".
Asimismo, añadió la declaración, "quienes defienden la ley tienen la responsabilidad de tomar medidas para castigar a quienes, como Turquía, se ven atrapados en repetidas violaciones de sus compromisos, porque Turquía, hay que recordar, es en sí misma signataria de la Carta de las Naciones Unidas y de las normas internacionales de derechos humanos".
La Campaña Peace in Kurdistan hizo un llamamiento "a la ONU, a sus Estados miembros y a todas sus instituciones y agencias para que cumplan con sus obligaciones y tomen medidas para hacer cumplir la ley, exigiendo a Turquía que rinda cuentas de sus acciones".
No se debe permitir que Turquía evite el castigo por el uso brutal y no provocado de la fuerza contra civiles en el campo Makhmur, protegido por la ONU, donde residen más de 12.000 refugiados.
Si se permite que Turquía actúe con impunidad, continuará con sus intervenciones militares en su brutal guerra contra los kurdos. Hay que detenerles".