El Ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, ha anunciado su dimisión por la crisis del coronavirus. La dimisión se produjo después de las críticas masivas tras el toque de queda de dos días anunciado el viernes por la noche.

Como el toque de queda de 48 horas fue anunciado sólo dos horas antes de que entrara en vigor, miles de personas se apresuraron a los mercados para comprar, poniendo en peligro todas las medidas aplicadas hasta entonces para contener la propagación del virus. El HDP criticó que la supuesta medida preventiva había llevado más bien a una propagación más rápida de la pandemia.

"La responsabilidad de la aplicación del toque de queda, que se produjo en un proceso gestionado de forma laboriosa y meticulosa, recae en mí personalmente en todos los aspectos. Las escenas presenciadas durante el horario restringido no se correspondían con el proceso excelentemente gestionado. Todas las experiencias que he hecho hasta ahora no deberían haber llevado a la aparición de tales escenas en el incidente mencionado, del cual somos responsables. Fue un paso bien intencionado para contener la propagación de la pandemia durante el fin de semana. Que nuestra valiosa nación, a la que nunca he querido dañar, y mi presidente, al que seguiré siendo leal hasta el final de mi vida, me perdonen... Renuncio a mi cargo de Ministro del Interior, en el que he servido con honor. Mi Dios proteja nuestra nación", decía la declaración de Soylu.

Sin embargo, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan no ha aceptado la renuncia del Ministro del Interior Süleyman Soylu.

En una declaración publicada ayer por la noche, la Dirección de Comunicaciones de la Presidencia dijo: "La renuncia de nuestro ministro del interior no ha sido aceptada por el presidente, continuará con su deber."

Soylu, que ocupa el cargo de Ministro del Interior desde 2016, ha perpetrado prácticas inhumanas contra el pueblo kurdo, otros pueblos y la oposición en el país desde que asumió el cargo.

Soylu, junto con el presidente del AKP, Recep Tayyip Erdoğan y el líder del MHP, Devlet Bahçeli, así como los generales pro-Ergenekon que han sido encarcelados y condenados a una sentencia de cadena perpetua con agravantes, son los artífices de un genocidio contra el pueblo kurdo basado en la llamada "alianza sagrada".

El Soylu ocupó un lugar en todos los gabinetes formados por Erdoğan para la guerra contra los kurdos, y ha hecho historia como ministro que desempeñó un papel en todas las masacres y crímenes de guerra cometidos por el gobierno turco.

Para muchas personas, especialmente kurdos y activistas de la oposición, Süleyman Soylu, que fue importado a petición de Erdoğan del partido de Tansu Çiller - que se considera responsable de los pogromos de los años 90 - fue más bien un "ministro de guerra".

Expresó su actitud hacia el pueblo kurdo de nuevo hace sólo unos días, cuando por su instigación el cuerpo del guerrillero Agit Ipek fue enviado a su familia en Amed en un cargamento. Los miembros de la oposición siempre fueron descritos por Soylu como "enemigos potenciales", "terroristas" y "traidores".

Según sus propias declaraciones, Soylu también se enorgullecía cuando ordenó la operación policial contra la vigilia número 700 de la Iniciativa de Estambul de las Madres del Sábado hace casi dos años. Acusó a los desaparecidos de "apoyar a las organizaciones terroristas" y los llamó "gente sucia".