Ha comenzado en Francia una de las elecciones más importantes que se recuerdan en el país, en la que la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y sus aliados están a punto de convertirse en la fuerza dominante en la Asamblea Nacional.

El domingo, a las 8 de la mañana (hora local), se iniciaron las votaciones en toda Francia continental, y las empresas de sondeos publicarán previsiones de escaños, habitualmente fiables, cuando cierren los últimos colegios electorales de las grandes ciudades, a las 8 de la tarde.

El Frente Popular podría impedir que el partido antiinmigración y euroescéptico obtuviera una mayoría absoluta de 289 escaños. El último sondeo de Ipsos indica que la RN y sus aliados enviarían entre 175 y 205 diputados al Parlamento de 577 escaños.

Sin embargo, esto daría a la RN un grupo parlamentario de más del doble del tamaño del actual que se sitúa en 88 diputados en el parlamento saliente. Mientras que el número de diputados de la coalición centrista del presidente, Emmanuel Macron, se prevé que se reduzca a la mitad, a 148 como máximo.

Se espera que el Nuevo Frente Popular (NFP), una alianza cuatripartita de izquierdas dominada por la izquierda radical Francia Unida (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, pueda obtener entre 145 y 175 escaños, lo que probablemente la convertiría en la segunda fuerza de la nueva asamblea.

Macron, que convocó las elecciones anticipadas hace menos de un mes después de que su partido sufriera una humillante derrota a manos de RN en las elecciones europeas, parece que afrontará los tres últimos años de su presidencia sin una mayoría clara en el poder.