Se han agotado suministros médicos en Makhmur

El embargo al campamento de refugiados de Makhmur, que ha estado en vigencia durante ocho meses, aumenta el riesgo que representa Covid-19. El co-alcalde Bedran Piranî advierte que los suministros de medicamentos están agotados.

La pandemia del Coronavirus se está extendiendo en Irak. Si bien el número oficial de personas infectadas es 154 y el número de personas que han muerto por Covid-19 es 11, es probable que el número de casos no reportados sea mucho mayor. En algunas ciudades ya hay toques de queda debido al virus, y todos los días se toman nuevas medidas de protección. Pero el campamento de refugiados autónomo de Makhmur fue dejado solo. El campamento, que fue creado por personas del norte de Kurdistán en busca de protección, ahora se ha convertido en una pequeña ciudad autónoma y un ejemplo de autoorganización democrática radical.

Bajo presión de Turquía, el campamento de Makhmur fue rodeado por las fuerzas de seguridad del KDP después del asesinato en Hewlêr el 17 de julio de 2019, del oficial del servicio secreto turco (MIT) responsable del Kurdistán del Sur y ahora ha estado bajo embargo total durante ocho meses. Esto se refiere principalmente a la atención médica y al suministro general de los aproximadamente 12,000 habitantes del campamento. En el contexto de la pandemia por coronavirus, el embargo adquiere una nueva dimensión. Los habitantes están nerviosos, ya que los suministros de medicinas en el campamento se ha agotado y el personal médico no puede entrar o salir del campamento.

El co-alcalde de Makhmur, Bedran Piranî, explica: "No tenemos más medicamentos en nuestro hospital. A nuestros médicos se les prohíbe salir del campamento para obtener medicamentos. El embargo está empeorando cada día. Mientras que el Gobierno Regional de Kurdistán ha multiplicado las medidas contra el coronavirus durante los últimos 15 días, no se ha hecho nada por nuestro campamento. No nos tratan como humanos. Hemos estado bajo embargo durante ocho meses y no recibimos ayuda humanitaria. El gobierno regional del Kurdistán Sur incluso impuso un toque de queda de tres días. Tenemos problemas con el suministro de alimentos, agua potable y medicamentos".

40 personas bajo observación

Piranî informó también que se estableció un consejo de crisis en el campamento. Los habitantes intentan protegerse lo más posible. Todos los que ingresan al campo están en cuarentena durante 14 días. En este momento hay 40 personas bajo observación, pero aún no ha habido ningún caso. Las escuelas en el campamento están cerradas por tiempo indefinido, lo mismo se aplica a las mezquitas, cafeterías, salas de juego e instalaciones similares. Se están haciendo esfuerzos para desinfectar el campamento tanto como sea posible. Pero para esto también faltan insumos.

El embargo debe ser levantado

Piranî hace un llamado a las Naciones Unidas, a Irak y al gobierno regional: "Este embargo debe levantarse. Estamos a la espera de una entrega de alimentos, agua potable y medicinas. Todas las organizaciones internacionales y defensores de los derechos humanos deben trabajar para garantizar que recibamos ayuda humanitaria de inmediato".