La policía turca asedió la sede del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) en Ankara. Por la mañana, tres personas que portaban banderas turcas fueron sacadas del edificio bajo protección policial. La gente explicó que sus hijos estaban con el PKK, depositaron una ofrenda floral y luego se fueron. La policía, obviamente decepcionada por el proceso pacífico, permaneció en el lugar. Cuando las personas miembros del HDP protestaron contra esto, fueron agredidas verbal y físicamente y varias fueron heridas. Un policía le gritó a la diputada del HDP, Ayşe Acar Başaran, que la "estacaría con clavos".
La co-portavoz del HDP, Ebru Günay, dijo que el despliegue policial frente a la sede del partido fue una provocación dirigida por el Ministerio del Interior. Ya se habían lanzado intentos similares en Amed y Van para bloquear la actividad política del HDP, denunció Günay y pidió el arresto del oficial de policía que amenazó a su colega Ayşe Acar Başaran: "Debe quedar claro que ni las mujeres ni el HDP serán disuadidos de su trabajo político por tales provocaciones. Cada vez que nos volvemos más fuertes y el HDP representa un rayo de esperanza para los pueblos de Turquía, la coalición fascista AKP/MHP se une a bandas siniestras que se hacen llamar policías y tratan de provocarnos. No nos dejaremos intimidar por esto y defenderemos al HDP a toda costa".
Un poco más tarde, la policía intentó derribar la puerta y entrar en la sede del partido. La co-portavoz del HDP, Ebru Günay, y otras personas presentes fueron rociados en la cara con gases lacrimógenos desde una corta distancia. Seis personas fueron brutalmente reprimidas y fueron llevadas detenidas, incluidos los políticos del HDP Veli Saçılık, Hüseyin Gökoğlu, Ali Özkan y Nazım Karakurt. La situación continúa tensa.