El saqueo de la naturaleza en el norte de Kurdistán ha alcanzado un nivel sin precedentes en los últimos años. La tala  masiva de árboles sigue desenfrenada en las ciudades de Bingöl, Dersim y Şırnak.

En la provincia de Şırnak, los árboles han sido talados por los guardias de las aldeas bajo la supervisión de soldados turcos durante dos años, especialmente en las regiones de Besta, Cudi y Gabar. El año pasado, se quemaron bosques en las zonas rurales de las aldeas de Şamoşi y Zogar en el distrito hozat de Dersim debido a las operaciones militares. Durante los últimos cuatro meses, se han talado árboles en la misma área como parte de una llamada campaña de "reverdecimiento".

En la aldea de Liçik (Kaynarpınar) en el distrito de Karlıova de Bingöl, los árboles han sido talados masivamente durante cinco meses, causando graves daños al ecosistema.

A pesar de la marcha al Monte Cudi en protesta por el ecocidio en Kurdistán, las campañas de hashtag en las redes sociales, las preguntas parlamentarias sobre el tema y muchas otras acciones relacionadas, la destrucción ecológica en la región no ha sido detenida por el gobierno.

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