El Congreso Nacional del Kurdistán (KNK) ha enviado una delegación a la frontera exterior de la UE. En vista de la dramática situación de los migrantes en la zona fronteriza entre Bielorrusia y Polonia, la delegación quiere abogar por una solución rápida y humanitaria para la gente.
La delegación encabezada por Ahmed Karamus, co-presidente del KNK, ha escuchado los problemas que sufren los migrantes amontonados en la región fronteriza.
En la agenda de la delegación del KNK están las reuniones con las autoridades de ambos países para lograr una solución al empeoramiento de la situación en la frontera.
Desde hace días, miles de migrantes sin provisiones se refugian en el frío de Bielorrusia, en la frontera de la UE con Polonia. La mayoría son kurdos procedentes de Irak, entre ellos muchas mujeres y niños que necesitan ayuda urgente. El KNK critica a la comunidad internacional por cerrar los ojos ante la situación en la frontera entre Bielorrusia y Polonia durante demasiado tiempo. Hasta ahora, se dice que ha habido al menos diecisiete muertes documentadas entre los migrantes.
El viernes, representantes de varias organizaciones de ayuda, incluida la Organización Internacional para las Migraciones ( OIM), visitaron por primera vez a los refugiados en los campamentos de tiendas de campaña de la frontera exterior de la UE, según anunció la guardia fronteriza de Minsk. Según las autoridades bielorrusas, unas 2.000 personas siguen aguantando allí. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) confirmó la llegada de refugiados.
Mientras la UE, Bielorrusia y el país vecino, Rusia, hablan de "catástrofe humanitaria", un comunicado del ACNUR afirma que ahora hay que centrarse en evitar las muertes y acomodar a las personas en lugares seguros de Bielorrusia. Anteriormente, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, al que se considera responsable internacional de la situación, había anunciado también que las mujeres embarazadas y los niños serían alojados en sanatorios.