La agencia de las Naciones Unidas para la infancia indicó hoy que el terremoto y las réplicas que destruyeron decenas de edificios en Turquía y Siria podrían haber matado a miles de niños.

"Los terremotos que azotaron el sur de Turquía y el norte de Siria ayer por la mañana temprano pueden haber matado a miles de niños", advirtió a periodistas el portavoz de Unicef, James Elder, en una sesión informativa en Ginebra.

Agregó que la organización no pudo determinar un número específico de muertes de niños.

Dos terremotos sacudieron Turquía y Siria el 6 de febrero. Millones de personas en toda la región sintieron el terremoto, incluso en Líbano, Israel, Chipre y Egipto. Se sintieron réplicas durante todo el día, incluidos dos terremotos más de 6,5 y 7,5 de magnitud.

El terremoto inicial de magnitud 7,7 del lunes ocurrió justo después de las 04:00 hora local, cuando muchos niños y familias dormían en sus casas, con un segundo terremoto de magnitud 7,5 golpeando más tarde ese mismo día.

Miles de hogares han sido destruidos, desplazando a familias y exponiéndolas a la intemperie en una época del año en que las temperaturas descienden regularmente por debajo del punto de congelación y la nieve y la lluvia helada son comunes. Fuertes tormentas de nieve también han golpeado recientemente partes de Siria y Turquía, y se pronostican más temperaturas bajo cero.

“Las imágenes que estamos viendo de Siria y Turquía son desgarradoras”, aseguró el lunes la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, y agregó que “el terremoto inicial haya ocurrido tan temprano en la mañana, cuando muchos niños dormían profundamente, lo hizo aún más peligroso, y las réplicas traen riesgos continuos. Nuestros corazones y pensamientos están con los niños y las familias afectadas, especialmente aquellos que han perdido a seres queridos o que han resultado heridos. Nuestra prioridad inmediata es garantizar que los niños y las familias afectadas reciban el apoyo que tanto necesitan".

Los terremotos dañaron o destruyeron escuelas, hospitales y otras instalaciones médicas y educativas, lo que afectó aún más a los niños. El daño potencial a las carreteras y la infraestructura crítica también complica los esfuerzos de búsqueda y rescate y la respuesta humanitaria más amplia.

Las y los niños en Siria continúan enfrentando una de las situaciones humanitarias más complejas del mundo. El empeoramiento de la crisis económica, las continuas hostilidades localizadas después de más de una década de duro conflicto, el desplazamiento masivo y la devastación de la infraestructura pública han dejado a dos tercios de la población en necesidad de asistencia. La inseguridad alimentaria, la dependencia de fuentes de agua alternativas y poco fiables, los problemas de protección y los altos niveles de abandono escolar son graves.

Las enfermedades transmitidas por el agua representan otra amenaza mortal para los niños y las familias afectadas. En Siria, un brote de cólera declarado el 10 de septiembre de 2022 se extendió rápidamente por todo el país, siendo los niños especialmente vulnerables.

UNICEF también solicitó donaciones para ayudarlos a llegar a los niños afectados por este desastre.

Foto del título: AFP