En la vista del fallo del 'Juicio Kobanê' se impusieron duras penas a varios políticos de la oposición en Turquía por su solidaridad en las calles con la resistencia de Kobane cuando ésta fue atacada por el ISIS.
En declaraciones a ANF, Abbas Şahin, co-presidente provincial de Amed por el Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM), ha declarado: "Cuando observamos las presiones que una tradición estatal centenaria ha ejercido sobre el pueblo kurdo, no hay de qué sorprenderse. Porque nos enfrentamos constantemente a una conspiración política. Como saben, se trata de un método aplicado por quienes insisten en la insolubilidad de la cuestión kurda. Mientras se desataban los mercenarios del ISIS contra los pueblos de Oriente Medio, uno de los mayores objetivos era impedir que el pueblo del Kurdistán, dividido en cuatro partes hace cien años, obtuviera su propio estatus. Para nosotros y nosotras quedó claro que estábamos ante un método que intentaba 'resolver' la cuestión kurda mediante la guerra.
En 2014, el genocidio político se convirtió en genocidio físico y, por primera vez, el pueblo kurdo que vive en cuatro partes del Kurdistán actuó unido ante las masacres cometidas por el ISIS en Shengal. Gracias a la lucha de los kurdos y las kurdas, el ISIS fue repelido y eliminado. En este movimiento, el pueblo kurdo protestó democráticamente tanto en las cuatro partes como en todo el mundo, y atrajo aquí a todas las potencias del mundo."
Mientras se creaba el Caso de la Conspiración de Kobanê, se pensó que era un caso de venganza, pero esto no es algo que se pueda tomar tan a la ligera como para considerarlo un caso de venganza.
Şahin ha agregado: "Hubo una decisión tomada en 2014. Esta decisión era un plan de destrucción. Cuando miramos el proceso histórico del plan de destrucción, vemos que las rebeliones que tuvieron lugar durante cien años habían sido analizadas muy seriamente. Como resultado de estos análisis, vemos que se ha trabajado seriamente para que los puntos en los que el Estado ha fallado tengan más éxito.
Este plan de destrucción tenía dimensiones militares, políticas y sociales. Cuando el ISIS fue derrotado en Kobanê, todo el mundo lo dijo. Mientras se creaba el Caso de la Conspiración de Kobanê, se pensó que era un caso de venganza, pero esto no es algo que se pueda tomar tan a la ligera como para considerarlo un caso de venganza. Hemos visto que es el resultado de una centenaria política estatal de asimilación. El ISIS cometió un genocidio físico en Shengal y, en respuesta, se puso en marcha un caso de conspiración. Porque hubo una reacción muy democrática en Turquía y en la región de Oriente Medio. Sin embargo, se han intentado diversas formas y métodos para criminalizar estas reacciones, en particular utilizando fuerzas paramilitares. Como saben, más de 50 personas perdieron la vida durante este periodo. El gobierno turco no dudó en convertir esta situación en propaganda. Nunca se tuvo en cuenta que la mayoría de los que murieron eran precisamente kurdos y kurdas, miembros del HDP o parte del movimiento político kurdo. Se llevó a cabo una ficción para destruir el movimiento político kurdo manejando la percepción sobre esto".
Se trata de una demanda presentada para deslegitimar el movimiento político kurdo en todo el mundo.
Şahin ha continuando: "Vimos el comienzo de una operación de genocidio político después de 2014. Especialmente con el aplazamiento del proceso de solución, vimos el comienzo de un proceso de aislamiento agravado. ¿Cuál fue la razón de este proceso de aislamiento? Al agravarse el aislamiento del Sr. Öcalan y cortarse su comunicación con el exterior, sus pensamientos y palabras no pudieron llegar a la sociedad y, como resultado, se hizo una ficción para estrangular y destruir el movimiento político kurdo. Esta situación quedó claramente expuesta en las operaciones de genocidio político del Estado. Los kurdos y las kurdas fueron castigados, y quienes actuaron con ellos también. Cuando examinamos el caso de la Conspiración de Kobanê, nos encontramos ante una estructura que no aplica su propia ley. Hay un tribunal de farsa, un panel judicial elegido. Cuando miramos las decisiones tomadas por este panel judicial, fueron dadas con sentencias preparadas por secretarios especiales, especialmente en los pasillos del palacio. Intentaron legitimar los castigos impuestos a los kurdos con diversos discursos. Sin embargo, vemos que las sentencias impuestas a los kurdos no tienen validez legal. Se trata de una demanda presentada para deslegitimar el movimiento político kurdo en todo el mundo. Hemos visto en todas las audiencias que no se trata de un caso legal. No se juzgaba al movimiento político kurdo, sino al propio Estado de derecho turco. Como era un caso ilegal, todo el mundo predijo que se impondría una gran pena".
Pueden castigar a las personas, pero las ideas y los pensamientos perdurarán para siempre. Y nuestra lucha en este asunto continuará.
Şahin ha concluido: "El caso de la Conspiración de Kobanê no tenía base legal. Se juzgó al movimiento político para reprimirlo. A pesar de todo, el pueblo kurdo no renuncia a sus reivindicaciones democráticas ni a la política democrática. La democracia no puede llegar a Turquía sin una solución democrática a la cuestión kurda y sin acabar con el aislamiento de los presos en Imrali. Todos nuestros amigos y amigas que fueron juzgados en el caso también dijeron esto. Pero Turquía no necesita esta democracia porque intentan gobernar al pueblo con un régimen de opresión y fuerza. Sin embargo, pase lo que pase, este sistema político debe ser destruido. Nuestros amigos y amigas han sido condenados a décadas de prisión, pero nunca se echaron atrás y presentaron defensas que desafiaron al tribunal. Este juicio es un juicio político y sus consecuencias siempre serán políticas. Pueden castigar a las personas, pero las ideas y los pensamientos perdurarán para siempre. Y nuestra lucha en este asunto continuará".