Besê Erzincan: “El enemigo no hará retroceder a los jóvenes”
Cada vez más jóvenes del Kurdistán quieren emigrar a Europa. Besê Erzincan (KJK) analiza los ataques de la modernidad capitalista a la juventud, y especialmente a las mujeres jóvenes.
Cada vez más jóvenes del Kurdistán quieren emigrar a Europa. Besê Erzincan (KJK) analiza los ataques de la modernidad capitalista a la juventud, y especialmente a las mujeres jóvenes.
Besê Erzincan, miembro de la Coordinadora de la Comunidad de Mujeres del Kurdistán (KJK), ha hablado de la situación de los jóvenes en el Kurdistán en el programa Xwebûn de Jin TV, presentado por Arjîn Baysal. Evaluando los ataques del Estado turco contra los jóvenes, Erzincan señaló que en el Kurdistán se había llevado a cabo en el pasado una política de guerra especial que se ha intensificado en los últimos años.
Todas las revoluciones comenzaron con los jóvenes, con su rebelión. En este sentido, ¿qué papel e importancia tiene la juventud en las revoluciones?
Por supuesto, la juventud es uno de los grupos que más sufre el sistema de la modernidad capitalista. Especialmente las mujeres jóvenes. Están oprimidas en la sociedad. Se supone que no tienen voluntad. Sobre todo, el Estado-nación quiere esclavizar a la juventud mediante el trabajo y la educación. La búsqueda entre los jóvenes es muy larga. Cuando ven la sociedad, se dan cuenta de que no tienen voz, de que están bajo presión, de que no se les valora, de que no se valora su trabajo, y empiezan a buscar. Quieren aclarar su futuro, quieren sobrevivir en la vida.
Si nos fijamos en cuántos movimientos por la libertad, el medio ambiente, la democracia y las mujeres hay, vemos que la mayoría están liderados por jóvenes. Los jóvenes están al frente de las protestas contra el sistema capitalista. Porque los jóvenes no ven futuro. La situación en la sociedad kurda es la misma. En Newroz son los y las jóvenes quienes pasan a primer plano. En el caso de las guerrillas, son los y las jóvenes quienes están en los lugares más difíciles, quienes hacen más sacrificios. Cuando se plantea la cuestión de las mujeres, son los jóvenes los que se rebelan. Lideran la sociedad tanto por su valentía como por sus pensamientos. Cuando los y las jóvenes ven la idea correcta, se convencen de que pueden hacer cualquier cosa. Lo mismo ocurre en nuestro movimiento. Los y las jóvenes son muy activos y están creando alternativas radicales.
A medida que aumenta el número de jóvenes activos en el mundo, también cambian las políticas de los Estados. En los últimos años se han tomado muchas medidas políticas hacia los jóvenes. ¿Qué tipo de sociedad quiere construir el Estado-nación basada en la juventud?
El Estado-nación promueve sobre todo el poder masculino y estatal. Unos pocos hombres ricos dominan toda la sociedad. El sistema del Estado-nación se basa en este fundamento. Por eso el Estado-nación hace todo a través de la opresión. Comienza con la educación desde la infancia, creando un cambio de mentalidad. Educa buenos servidores públicos para sí mismo. Este sistema educativo crea robots. A los jóvenes se les enseñan normas, tradiciones, historia, arte, filosofía para que puedan servir bien al Estado-nación. No hay cultura, ni libertad, ni lengua nativa, ni historia real.
Cuando una nación se convierte en soberana, otras naciones se ven desplazadas. Lo mismo ocurre en Turquía. Los jóvenes son, por ejemplo, kurdos, armenios, alevíes, pero se ha creado un sistema en el que todos hablan la misma lengua. Cuando un joven no tiene identidad, cuando no tiene lengua, ¿cómo puede encontrar su identidad y tener una personalidad? La situación no es muy diferente cuando se trata de los jóvenes turcos. La gente sin voluntad lo acepta todo.
Lo mismo ocurre en Irán. Fijémonos en el sistema sirio. El régimen de Baaz hace lo mismo. Especialmente en Oriente Medio, el sistema de Estado-nación significa falta de voluntad para los jóvenes. Significa que reniegan de su propia cultura y de su lengua materna. La modernidad capitalista no quiere que los jóvenes sean libres. Fomenta las drogas y la prostitución. El objetivo de la modernidad capitalista es que los jóvenes sean débiles de voluntad e incapaces de pensar en la libertad, la política, su país y la democracia. Estos jóvenes viven según el Estado-nación, según los intereses personales, según el individualismo. Cuando estos jóvenes crecen, cometen actos de violencia contra las mujeres, contra sus mayores y no aceptan la vida en comunidad.
El sistema no quiere que los y las jóvenes se conozcan a sí mismos, se organicen, tomen decisiones por sí mismos y trabajen por su país.
En mi opinión, los jóvenes siguen siendo muy buenos. Hay tanta contaminación, mentiras, pobreza, violencia, jerarquía y presión sobre ellos que los jóvenes se rebelan aunque apenas entiendan la idea de libertad. No hay que culpar a los jóvenes, hay un sistema y hay que analizar ese sistema. Nunca se ha atacado tanto a la juventud como en el siglo XXI. Hay grandes ataques a los jóvenes a través de la televisión, Internet, la tecnología y la educación.
Para que la modernidad capitalista pueda organizar su futuro y mantener su dominio esclavista, impide que la juventud tome conciencia e implementa toda su política a través de las mujeres y los jóvenes. Los jóvenes nunca han sufrido tanto. Siempre ha habido políticas contra la juventud, pero es la primera vez que una política tan sucia aparece a este nivel. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres jóvenes. Los jóvenes son los más afectados por la violencia y las violaciones, pero tanto las chicas como los chicos. Los jóvenes también son los más afectados por el desempleo. En contraste con esta política, Rêber Apo [Abdullah Öcalan] se apoya sobre todo en las mujeres y los jóvenes. El siglo XXI es el siglo de las mujeres y los jóvenes. Si ha de haber un avance, se basará en el paradigma de Rêber Apo.