El diputado del Partido Demócrata de Mersin, Ali Bozan, afirmó que en Turquía se aplican leyes diferentes para los ciudadanos kurdos y turcos y calificó esta situación de "ley colonial". Bozan afirmó que esta ley se manifiesta especialmente en casos como el nombramiento de fideicomisarios en municipios kurdos y la no intervención en incendios forestales.
Aumento de la presión tras las elecciones locales
Tras las elecciones locales del 31 de marzo, dijo Bozan, aumentó la presión del gobierno AKP-MHP sobre el pueblo kurdo. El gobierno, que dio un paso atrás a raíz de la resistencia en Van, detuvo al co-alcalde electo de Hakkari (Colemêrg) y nombró a un fideicomisario en su lugar. Esta situación demostró que las políticas de "normalización" no incluían al pueblo kurdo.
La no intervención del Estado en los incendios forestales de Amed y Mardin demostró que el régimen opresor no se limitaba sólo a los síndicos. Bozan dijo que los incendios fueron causados por la falta de mantenimiento de la DEDAŞ y subrayó que el enfoque del Estado ante los incendios en el Kurdistán era diferente al de los incendios en el oeste de Turquía.
Silencio y derecho colonial
Bozan dijo que el silencio contra los incendios forestales en el oeste del país es el resultado de la política del Estado hacia el Kurdistán. Bozan dijo que esta situación está en el subconsciente de los ciudadanos que viven en el oeste, y añadió que el Estado turco aplica una ley de doble rasero.
Bozan afirmó que las políticas fideicomisarias también formaban parte de las prácticas de aislamiento contra el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, y añadió que el enfoque del Estado hacia los kurdos se hizo más duro durante los periodos en los que se incrementó el aislamiento de Öcalan. Bozan declaró que la resistencia contra el golpe fiduciario era también una lucha para acabar con el aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan.
Las reacciones en Occidente son insuficientes
Bozan afirmó que las reacciones de la oposición social en Turquía ante la usurpación de la voluntad popular en Hakkari (Colemêrg) fueron importantes pero insuficientes, y subrayó que la cuestión del fideicomisario ya no es sólo un problema de los kurdos sino de toda Turquía.
Bozan afirmó que hay que reforzar la oposición social contra el gobierno AKP-MHP y aumentar la resistencia tanto en el parlamento como en las calles.